Jeremías  24, 5-10

Así dice Yahvé, Dios de Israel: Como a esos higos buenos, así miraré a los cautivos de Judá, que para su bien he arrojado de este lugar a la tierra de los caldeos. Pondré sobre ellos mis ojos para bien, y los haré volver a esta tierra, los edificaré y no los destruiré, los plantaré y no los arrancaré, y les daré un corazón para que reconozcan que yo soy Yahvé, y ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios, pues se convertirán a mí de todo corazón. Y de los higos malos, que de malos no pueden comerse, de éstos dice Yahvé: Así haré yo de Sedecías, rey de Judá, y de sus grandes y del resto de Jerusalén que quedaron en esta tierra, y de los que habitan en el país de Egipto. Los haré objeto de terror y desventura para todos los reinos de la tierra, el oprobio, el proverbio, la irrisión y la maldición en todos los lugares adonde los arrojaré, y mandaré contra ellos la espada, el hambre y la peste, hasta que desaparezcan de la tierra que les di a ellos y a sus padres.
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