Juan  7, 11-17

Los judíos le buscaban en la fiesta y decían: ¿Dónde está ése? Y había entre las muchedumbres gran cuchicheo acerca de El. Los unos decían: “Es bueno; pero otros decían: “No; seduce a las turbas.” Sin embargo, nadie hablaba libremente de El por temor a los judíos. Mediada ya la fiesta, subió Jesús al templo y enseñaba. Admirábanse los judíos, diciendo: ¿Cómo es que éste, no habiendo estudiado, sabe letras? Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino del que me ha enviado. Quien quisiere hacer la voluntad de El, conocerá si mi doctrina es de Dios o si es mía.
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