Lucas 2, 18-24

Y cuantos les oían se maravillaban de lo que decían los pastores. María guardaba todo esto y lo meditaba en su corazón. Los pastores se volvieron alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían oído y visto, según se les había dicho. Cuando se hubieron cumplido los ocho días para circuncidar al Niño, le dieron por nombre Jesús, impuesto por el ángel antes de ser concebido en el seno. Así que se cumplieron los días de la purificación, conforme a la ley de Moisés, le llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, según está escrito en la ley del Señor que “todo varón primogénito sea consagrado al Señor,” y para ofrecer en sacrificio, según la ley del Señor, un par de tórtolas o dos pichones.
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