Nehemías 7, 65-70

y les mandó el “tirsata” que no comiesen de las cosas santas hasta que hubiese sacerdote con “urim” y “tummim.” La congregación toda era de cuarenta y dos mil trescientos sesenta, sin contar sus siervos y siervas, que eran siete mil trescientos treinta y siete, habiendo entre ellos doscientos cuarenta y cinco cantores y cantoras. Sus caballos eran setecientos treinta y seis; sus mulos, doscientos cuarenta y cinco;" sus camellos, cuatrocientos treinta y cinco, y sus asnos, seis mil setecientos veinte. Algunos de los príncipes de las familias dieron para las obras. El “tirsata” dio para el tesoro mil dáricos de oro, cincuenta tazones y treinta vestiduras sacerdotales;" y los príncipes de las familias dieron para el tesoro de la obra veinte mil dáricos de oro y dos mil doscientas minas de plata;"
Ver contexto