Numeros  22, 5-11

Mandó, pues, mensajeros a Balaam, hijo de Beor, a Petur, que está junto al río, en tierra de los hijos de Amón, para que le llamasen, diciéndole: “Mira, ha salido de Egipto un pueblo que cubre la superficie de la tierra y está ya cerca de mí. Ven, pues, y maldíceme a este pueblo, pues es más fuerte que yo, a ver si así podemos hacer que le derrotemos, pues sé que es bendito aquel a quien tú bendices, y maldito aquel a quien tú maldices.” Fueron, pues, ancianos de Moab y ancianos de Madián, llevando en sus manos el precio del conjuro, y, llegados a Balaam, le transmitieron las palabras de Balac. El les dijo: “Pasad aquí esta noche, y yo os responderé según lo que me diga Yahvé.” Quedáronse los príncipes de Moab con Balaam;" Dios vino en la noche a Balaam y le dijo: “¿Quiénes son esos que están contigo?” Balaam respondió a Dios: “Balac, hijo de Sefor, rey de Moab, los ha mandado a mí para decirme: Un pueblo salido de Egipto está ya aquí y cubre toda la superficie de la tierra; ven, pues, luego a maldecirlo, a ver si puedo derrotarle y rechazarle.”
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