Genesis 18, 11-19

Eran ya Abraham y Sara ancianos, muy entrados en años, y había cesado ya a Sara la menstruación. Rióse, pues, Sara dentro, diciendo: “¿Cuando estoy ya consumida, voy a remocear, siendo ya también viejo mi señor?” Y dijo Yahvé a Abraham: “¿Por qué se ha reído Sara, diciéndose: De veras voy a parir, siendo tan vieja? ¿Hay algo imposible para Yahvé? A otro año por este tiempo volveré, y Sara tendrá ya un hijo.” Temerosa, Sara negó haberse reído, diciendo: “No me he reído”; pero El le dijo: “Sí, te has reído.” Levantáronse los tres varones y se dirigieron hacia Sodoma, y Abraham iba con ellos para despedirlos. Yahvé dijo: “¿Voy a encubrir yo a Abraham lo que voy a hacer, habiendo él de ser, como será, un pueblo grande y fuerte y habiendo de bendecirle todos los pueblos de la tierra? Pues bien sé que mandará a sus hijos y a su casa después de él que guarden los caminos de Yahvé y hagan justicia y juicio, para que cumpla Yahvé a Abraham cuanto le ha dicho.”
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