Genesis 22, 1-3

Después de todo esto, quiso probar Dios a Abraham, y, llamándole, dijo: “¡Abraham!” Y éste contestó: “Heme aquí.” Y le dijo Dios: “Anda, toma a tu hijo, a tu unigénito, a quien tanto amas, a Isaac, y ve a la tierra de Moriah y ofrécemelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te indicaré.” Se levantó, pues, Abraham de mañana, aparejó su asno y, tomando consigo dos mozos y a Isaac, su hijo, partió la leña para el holocausto y se puso en camino para el lugar que le había dicho Dios.
Ver contexto