Romanos  1, 10-12

suplicándole siempre en mis oraciones que por fin algún día, por voluntad de Dios, se me allane el camino para ir a veros. Porque, a la verdad, deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, para confirmaros, o mejor, para consolarme con vosotros por la mutua comunicación de nuestra común fe.
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