Salmos 38, 3-11

Pues tus saetas han penetrado en mí y pesa sobre mi tu mano. Nada hay sano en mi carne a causa de tu ira; nada íntegro en mis huesos a causa de mis pecados." Pues mis iniquidades pasan sobre mi cabeza, pesan sobre mí como pesada carga. Mis llagas son fétidas y purulentas a causa de mi locura. Estoy encorvado y en gran manera abatido, en luto camino todo el día. Pues mis lomos están llenos de ardores y no hay en mi carne parte sana. Estoy desfallecido y sobremanera acabado y doy rugidos por la conmoción de mi corazón. Señor, ante ti están todos mis deseos y no se te ocultan mis gemidos. Mi corazón palpita, me abandona mi fuerza, y hasta la luz de mis ojos no está conmigo.
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