Zacarías 2, 1-5

(5) Alcé de nuevo los ojos, miré, y vi a un varón que tenía en la mano un cordel de medir, (6) y le pregunté: ¿Adonde vas? El me respondió: A medir a Jerusalén para ver cuánta es su anchura y cuánta su longitud. (7) Apareció el ángel que hablaba conmigo, y vi que venía a su encuentro otro ángel, (8) que le dijo: ¡Corre! Di a ese joven: Sin murallas será habitada Jerusalén; tal será en ella la muchedumbre de hombres y ." (9) Y yo seré para ella, dice Yahvé, muro de fuego en derredor, y seré su gloria en medio de ella.
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