Levítico 4, 31

Luego quitará toda la grasa de la cabra, tal como lo hace con la grasa de la ofrenda de paz. Quemará la grasa sobre el altar, y será un aroma agradable al SEÑOR. Mediante este proceso, el sacerdote purificará a la persona, la hará justa ante el SEÑOR y será perdonada.
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