Genesis 19, 12-23

Después los varones preguntaron a Lot: ¿Qué estás haciendo aquí? Saca de este lugar a tus yernos, a tus hijos, a tus hijas y a quien quiera que tengas en la ciudad; porque vamos a destruir este lugar, pues su clamor ha subido ante Yahweh, por lo cual Yahweh nos ha enviado a destruirlo. Y saliendo Lot, habló con sus yernos que se habían casado con sus hijas, diciéndoles: Levántense, salgan de este lugar, porque será destruido por Yahweh. Pero a sus yernos les pareció que él estaba bromeando. Al amanecer, apremiando los ángeles a Lot, le decían: Levántate, toma a tu esposa y a tus dos hijas que están aquí, para que no vayan a ser devorados por los pecados de la ciudad. Pero como Lot se tardaba, los ángeles tomaron su mano, la mano de su esposa y la mano de sus dos hijas, por cuanto Yahweh tuvo compasión de él; y sacándolo, lo pusieron fuera de la ciudad. Y habiéndolos llevado fuera, le dijeron: Sálvate a ti mismo. No voltees detrás de ti, ni te detengas por toda la llanura; escapa al monte para que no vayas a perecer. Entonces Lot les dijo: Señores míos, les ruego: He aquí, tu siervo ha encontrado gracia ante tus ojos, y has tenido para conmigo mucha misericordia salvándome la vida; pero no puedo escapar al monte, no sea que muera si el mal me alcanzara. He allí que esa aldea está cerca para que pueda escapar a ella; además es pequeña. Concédeme que escape allí. He aquí que es pequeña y allí podré sobrevivir. Entonces le respondió: He aquí, también esta cosa te he concedido; no voy a destruir la aldea de la cual has hablado. Apresúrate a escapar hacia allá, porque nada puedo hacer hasta que llegues allí. Por eso se puso por nombre Zoar a esa aldea. Y el sol había salido sobre la tierra cuando llegó Lot a Zoar.
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