Genesis 28, 15-22

He aquí que yo estoy contigo; te guardaré por dondequiera que vayas y te haré regresar a esta tierra, pues no te dejaré hasta que haya llevado a cabo lo que te he dicho. Y Jacob despertó de su sueño, y dijo: Ciertamente Yahweh está en este lugar y yo no lo sabía. Entonces Jacob se atemorizó en gran manera, y dijo: ¡Cuán imponente es este lugar hoy! Esto no es otra cosa que la casa de Dios, y ésta es la puerta del Cielo. Y levantándose muy de mañana, Jacob tomó la piedra que había puesto por cabecera, y erigiéndola por pilar, derramó aceite sobre ella. Y Jacob llamó el nombre de aquel lugar Betel, aunque antes aquel lugar se llamaba Luz. Enseguida Jacob hizo un voto, diciendo: Dios esté conmigo y me guarde en este camino en que voy, y me sustente con pan para comer y ropa para vestir, y vuelva en paz a la casa de mi padre, entonces Yahweh será mi Dios, y esta piedra que he erigido por pilar será casa de Dios, y de todo cuanto me des, te voy a dar el diezmo.
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