Levítico 17, 3-5

‘Cualquier hombre de la casa de Israel que sacrifique un toro, o un cordero, o una cabra dentro del campamento, o el que lo sacrifique fuera del campamento, sin llevarlo a la entrada del tabernáculo para presentarlo como una ofrenda a Yahweh ante el tabernáculo de Yahweh, la sangre le será atribuida a aquel hombre por cuanto ha derramado sangre; tal hombre será excluido de entre su pueblo, para que los hijos de Israel traigan los animales que sacrifican a campo abierto ante Yahweh; es decir, para que los traigan a la entrada del tabernáculo al sacerdote, y presenten los sacrificios de paz a Yahweh.
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