Marcos 16, 1-8

Habiendo pasado el día de reposo, mariam magdalena, mariam, la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirlo, y por la mañana, el primer día de la semana, vinieron al sepulcro al salir el sol, y se decían entre ellas: ¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro? Cuando vieron, notaron que la piedra había sido removida, aunque era muy grande, y al entrar al sepulcro vieron a un joven sentado a la derecha, vestido con una túnica blanca, y se quedaron estupefactas, pero él les dijo: No tengan miedo. Ustedes buscan a Jesús de Nazaret, el que fue crucificado. ¡Ha resucitado! No está aquí. Miren el sitio donde lo pusieron. Vayan y digan a sus discípulos y a Cefas: “He aquí, Él va antes que ustedes a Galilea; allí lo verán, así como les dijo”. Y al escucharlo ellas, salieron huyendo del sepulcro, porque les había entrado asombro y temor, y a nadie dijeron nada, porque tenían miedo.br/
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