1 Oh Yahweh, escuché tu Nombre y tuve temor. |
2 Tus obras están en medio de la época en que vivimos, oh Yahweh; en medio de esta época dalas a conocer; acuérdate de tu misericordia durante la ira. |
3 Dios viene del sur, y el Santo, del monte Parán. Los cielos fueron cubiertos por su resplandor glorioso y su alabanza llenó la tierra. |
4 Como la luz será su resplandor, y pondrá su poder en los confines de la ciudad de sus dominios. |
5 La mortandad va delante de Él, y salen aves de rapiña a su paso. |
6 Se puso de pie y midió la tierra, y observó que las naciones engañaron; los montes eternos se dispersaron, y las colinas eternas se desmoronaron. Los caminos eternos le pertenecen. |
7 Vi la tienda de Cusán bajo aflicción; las familias de la tierra de Madián se estremecerán. |
8 Yahweh se ha irritado contra los ríos. Sobre los ríos está tu ira, tu impetuosidad sobre el mar; has montado en tu caballo y has subido al carro de tu salvación. |
9 Tu arco despertará completamente, y las flechas se saciarán a tu mandato glorioso; los ríos surcarán la tierra. |
10 Las montañas te vieron y se estremecieron; el diluvio de aguas pasó; el abismo emitió su estruendo y en alto levantó sus manos. |
11 El sol y la luna se detuvieron en sus habitaciones; a la luz de tus saetas y al resplandor de los relámpagos de tus lanzas avanzan. |
12 Hollarás sobre la tierra con tu furor, y con tu ira pisotearás a las naciones. |
13 Saliste para librar a tu pueblo, para librar a tu ungido. Destrozaste la parte alta de la casa del inicuo y lo dejaste desnudo desde sus cimientos hasta su cuello para siempre. |
14 Rompiste las cabezas de sus príncipes con sus propias varas, los que habían confiado en su propio coraje para consumir a los menesterosos en secreto. |
15 Por el mar galopaste en tus caballos y en la reunión de las muchas aguas. |
16 Escuché, y mis entrañas fueron conmovidas ante el hablar de mis labios; temor penetró en mis huesos y temblaron mis rodillas, pues Él me ha declarado y me ha dado a conocer el día de angustia que viene contra el pueblo. |
17 Aunque la higuera no haya echado brotes ni haya hojas en la vid; aunque haya faltado el fruto del olivo, los graneros no hayan tenido alimento, se hayan acabado las ovejas de los rebaños y no haya toros en los establos, |
18 con todo yo saltaré de júbilo por causa de Yahweh, y me regocijaré grandemente en Dios mi Salvador . |
19 El Señor de señores es mi fuerza, quien hace mis pies como de ciervo, y sobre mis alturas me hace estar firme para cantar sus alabanzas.
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