Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
1. Samuel, Juez de Israel (1:1-27).
La primera parte del libro de Samuel es la continuación lógica de la narración de
Jue_16:31, interrumpida por la inserción del episodio de los danitas, del crimen de Gueba y del libro de Rut. Fueron Helí y Samuel los dos últimos jueces de Israel. De poco relieve la figura de Helí dentro de la historia de Israel, sirve para hacer resaltar más la del profeta Samuel, que cierra el ciclo de los jueces de Israel y da paso a la monarquía.
Una familia de Rama (Jue_1:1-2).
1
Había entre las gentes de Rama un hombre de la familia de Suf, originario de los montes de Efraím, llamado Elcana, hijo de Jeroam, hijo de Eliú, hijo Toú, hijo de Suf, efraimita. 2
Tenía dos mujeres, de nombre una Ana y otra Penena. Penena tenía hijos, pero Ana era estéril.
Un hombre llamado Elcana (
elqanah Dios ha querido) vivía en el pueblo de Rama (Ramathaim) con sus dos mujeres, Ana (
hannah = gracia) y Penena
(peninnah perla, coral); estéril la primera y con hijos la segunda.
El emplazamiento de Rama debe buscarse en la actual Rentis, a 14 kilómetros al nordeste de Lidda. Era Elcana de la estirpe de Suf, residente, a pesar de su condición de levita, en la montaña de Efraím (
Jos_17:5;
Jos_19:50;
Jue_3:27). Los caatitas poseían ciudades en Efraím (
1Cr_6:66-70).
De sus dos esposas, Ana era estéril y Penena tenía hijos. La poligamia era tolerada en Israel (
Deu_21:15-17)· Los patriarcas de la línea de Set son monógamos (
Gen_7:7), al revés de los de la línea de Caín (
Gen_4:19). Según el código de Hammurabi, el marido no puede tomar una segunda mujer a menos que la primera sea estéril. En Israel, las restricciones antiguas sobre este punto desaparecen en tiempos de los jueces y de la monarquía l
.
Religiosidad de la familia (Gen_1:3).
3
Subía de su ciudad este hombre de año en año para adorar a Yahvé Sebaot y ofrecerle sacrificios en Silo. Estaban allí los dos hijos de Helí, Ofni y Finés, sacerdotes de Yahvé.
Era Elcana un hombre religioso que cumplía con la ley de presentarse delante de Yahvé al menos una vez al año (
Jue_21:19). En rigor eran tres las visitas que todo israelita debía efectuar al lugar del tabernáculo (
Exo_23:17), pero el tiempo y las circunstancias las redujeron a una. Para llegar a Silo tenía Elcana que recorrer unos cincuenta kilómetros y subir desde la Sefela hasta la montaña. Encontrábase Silo en el lugar que ocupa hoy Seilún,
Jirbet Selún, a unos veinte kilómetros al sur de Naplusa, al norte de Betel, al oriente del camino que de Betel sube a Siquem y al mediodía de Lebona (
Jue_21:19). Desde el tiempo de Josué (
Jos_18:1) se instalaron en este lugar el tabernáculo y el arca de la alianza, acaso por su magnífica posición geográfica, al centro de Palestina. Por mucho tiempo fue Silo el centro de la vida nacional y religiosa de Israel; allí acudían puntuales los hebreos el día de los Tabernáculos, que de año en año se celebraba en Silo (
Jue_21:19). La Ley obligaba únicamente a los hombres, pero Elcana acudía al lugar santo con toda su familia. Es la primera vez que aparece en la Biblia la expresión Yahvé Sebaot, que en adelante se emplea unas 260 veces, de las cuales dos en el ? . ? . (
Rom_9:29;
Stg_5:4). La expresión completa es: Yahvé Dios de los ejércitos, tanto de los cielos, ángeles (
1Re_22:19), astros (
Isa_24:4), como de la tierra, con todos sus elementos: aire, agua, vientos, etc. (
Gen_2:1). Al ejército de Yahvé pertenecen los israelitas (
Gen_17:26;
Exo_7:4), al frente de los cuales marcha el Señor. Por anticipación se previene al lector de que en Silo ejercían sus funciones sacerdotales los dos hijos de Helí, Ofni y Finés. Helí ostentaba el poder supremo político y religioso de Israel, uniendo en su persona las dignidades de juez y de sumo sacerdote.
Rivalidad entre esposas (Exo_1:4-8).
4
El día en que ofrecía Elcana su sacrificio, daba a Penena, su mujer, su porción y la de sus hijos e hijas. 5
A Ana le daba solamente una porción; pues, aunque amaba mucho a Ana, Yahvé había cerrado su útero. 6
Irritábala su rival y la exasperaba por haberla Yahvé hecho estéril. 7
Así hacía cada año cuando subían a la casa de Yahvé, y siempre la mortificaba del mismo modo. Ana lloraba y no comía. 8
Elcana, su marido, le decía: Ana, ¿por qué lloras y no comes? ¿Por qué está triste tu corazón? ¿No soy yo para ti mejor que diez hijos? El texto de esta sección puede entenderse de dos maneras, según se siga el texto griego o el masorético. En la traducción que hemos dado aparece Elcana distribuyendo entre sus familiares las partes del sacrificio que le correspondía; a Penena daba su ración y la de sus hijos e hijas; pero a Ana, que era estéril, daba la que le correspondía. Esta distribución desigual, justa en el fondo, daba pie a cierto malestar y antagonismo entre las dos esposas, creando en Ana un complejo de inferioridad frente a su rival, la que, a su vez, veía con malos ojos el particular afecto que le profesaba su marido. Dhorme sigue el texto masorético e interpreta el texto diversamente. Llevado Elcana por el particular afecto que profesaba a Ana, por haberla Dios hecho estéril, le entregaba como porción la parte de dos (literalmente: una por cada orificio de la nariz, por ser un sacrificio de olor suave a Yahvé).
Celosa Penena por esta distinción, se vengaba echando en cara a Ana su esterilidad, presentando el hecho como castigo de Dios. En los sacrificios pacíficos se derramaba la sangre al pie del altar; las grasas eran consumidas por el fuego. De las carnes se hacían dos partes: una era entregada a los sacerdotes y la otra a la familia, que la consumía reunida en un banquete sagrado (
Lev_7:11ss;
Deu_16:11). La esterilidad era considerada como una prueba (
Gen_16:2;
Gen_30:2) o como castigo de Dios (
Gen_20:18); era un bochorno para una mujer no tener hijos. Según una antigua concepción bíblica (
Gen_20:18;
Gen_30:22;
Rut_4:13), Dios abre o cierra el seno de una mujer casada para facilitar o impedir la concepción.
Voto de Ana (Rut_1:9-19).
9
Un año, después que hubieron comido y bebido en Silo, se levantó Ana. Helí, el sacerdote, estaba sentado en una silla ante la puerta del tabernáculo de Yahvé. 10
Ella, amargada el alma, oraba a Yahvé, llorando muchas lágrimas, 11
e hizo un voto diciendo: ¡Oh Yahvé Sebaot! si te dignas reparar en la angustia de tu esclava, y te acuerdas de mí y no te olvidas de tu esclava, y das a tu esclava hijo varón, yo lo consagraré a Yahvé por todos los días de su vida, y no tocará la navaja a su cabeza. 12
Mientras así oraba reiteradamente a Yahvé, Helí le estaba mirando la cara. 13
Ana hablaba para sí, moviendo los labios, pero sin que se oyera su voz, y Helí la tomó por ebria, 14
y le dijo: ¿Hasta cuándo te va a durar la embriaguez?; anda a que se te pase el vino. 15
Ana contestó: No, mi señor; soy una mujer que tiene el corazón afligido. No he bebido vino ni otro ningún licor inebriante; es que estaba derramando mi alma ante Yahvé, 16
No tomes a tu sierva como una mujer cualquiera. Lo grande de mi dolor y mi aflicción exponía yo de ese modo. Díjole entonces Helí: Vete en paz y que el Dios de Israel te otorgue lo que tanto le has pedido, 17
Que halle gracia a tus ojos tu sierva. Fuese, y comió y bebió con su marido, y no hizo ya la cara de antes. Levantáronse de mañana, y después de postrarse ante Yahvé se marcharon, volviendo a su casa, a Rama. Elcana conoció a Ana, su mujer, y Yahvé se acordó de ella.
En una de las visitas al santuario de Silo ocurriósele a Ana hacer un voto a Yahvé. Una vez concluido el banquete sacrificial, levantóse y presentóse ante Yahvé (así los LXX). Junto a la puerta del tabernáculo estaba sentado Helí para recibir las consultas que le hicieran los peregrinos. El texto hebreo emplea el término
focal para designar la tienda del tabernáculo que se hallaba en Silo (2 Sam 7), que se usa asimismo para indicar el templo de Salomón. Pero, según 3:15, había en Silo algo más que una simple tienda, puesto que el joven Samuel, de madrugada, abrió las puertas de la casa de Yahvé. Lo que en un principio fue simple tienda convirtióse en santuario más sólido en tiempos de los jueces, siendo destruido, probablemente, por los filisteos (
Jer_7:12-14;
Jer_26:6-9;
Sal_78:60). Después de la catástrofe que se describe en 4:3-8, el tabernáculo fue trasladad a Nob (21:1-6).
La oración continuada de Ana y el movimiento tembloroso de sus labios despertaron en Helí la sospecha de que estaba ebria. No era raro el caso de excederse en la bebida con ocasión de los banquetes sacrificiales, con los consiguientes efectos (
Amo_2:8;
Isa_28:7-13;
1Co_11:20-21). La respuesta de Ana tranquilizó al sumo patriarca. Tuvo Ana el presentimiento de que Dios había escuchado su ruego, por lo que no hizo ya la cara de antes, comió y bebió con su marido. Con una expresión semítica (
Gen_4:1-17) que usan también los griegos (Plutarco,
Vita Alex. 21), dice el texto que Elcana conoció a Ana
y que Dios se acordó de ella.
Nacimiento de Samuel (Gen_1:20-23).
20
Al volver del tiempo, había concebido y parido Ana un hijo, al que puso por nombre Samuel, porque a Dios se lo había pedido; 21 y subió Elcana con toda su casa a sacrificar a Yahvé el sacrificio anual y cumplir su voto. 22
Ana no subió, sino que dijo a su marido: Cuando el niño se haya destetado, yo le llevaré para presentárselo a Yahvé y para que se queda ya allí para siempre. 23
Elcana, su marido, le dijo: Haz lo que mejor te parezca. Quédate hasta que le destetes y que Yahvé cumpla tu palabra. Quedóse la mujer en casa, amamantando a su hijo hasta que le destetó.
Es la madre la que impone el nombre a su hijo, llamándole Samuel, palabra que guarda asonancia con el verbo
shaal = pedir. El texto señala una etimología popular, ya que, científicamente, la raíz verbal hebraica debía ser
shaul. La palabra
Samuel es análoga a la asiro-babilónica
Shemuil, el nombre es Yahvé (Eccli 46:13, hebr.). Elcana y su familia suben al santuario de Silo para sacrificar y cumplir su
voto; Ana no acudió, prefiriendo subir después de haber destetado al niño, lo que solía hacerse al cabo de dos años y medio (
2Ma_7:27) o tres.
Samuel en el templo (2Ma_1:24-28).
24
Destetado, le subió consigo, llevando un toro de tres años, un efá de harina y un odre de vino, y le condujo a la casa de Yahvé en Silo. El niño iba con ella. 25
Inmolaron el toro, y Ana, la madre del niño, presentó éste a Helí. 26
Ana le dijo: óyeme por tu vida, mi señor: Yo soy aquella mujer que estuvo aquí cerca de ti orando a Yahvé. 27
Este niño le pedía yo, y Yahvé me ha concedido lo que pedí; 28
también ahora quiero yo dárselo a Yahvé por todos los días de su vida, para que sea siempre donado a Yahvé. Y adoraron allí a Yahvé.
Toda la familia sube de nuevo al santuario. De Penena no se habla más, creyendo piadosamente que se asoció a la alegría de la familia por haber bendecido Yahvé el seno de Ana. Tomado el verbo
gamal en sentido estricto de destetar, cabe suponer que tenía Samuel de tres a cuatro años. Junto con el niño, ofreció la familia un toro de tres años (
Gen_15:9), un
efá (36 litros) de harina y un odre de vino (
Num_15:8-10). él niño es presentado a Helí. Puesto que Dios se lo ha regalado, quiere Ana que quede propiedad de Yahvé, sirviéndole en el santuario. En el texto hebraico se halla un juego de palabras a base del verbo
shaal, pero queda transparente el pensamiento que se quiere expresar.