Le dijeron:
– Vive todavía y está bien.
Y Tobías dijo:
– Es mi padre. (Tobías 7, 5) © La Biblia de Nuestro Pueblo (2006)
;;
Caluroso recibimiento en casa de Ragüel (7:1-8).
1 Llegados a casa de Ragüel, les salió al encuentro Sara, que los saludó, y ellos a ella, y los introdujo. 2 Dijo Ragüel a Edna, su mujer: ¡Cómo se parece este joven a Tobit, mi primo! 3 Entonces Ragüel les preguntó: ¿De dónde sois, hermanos? A lo que ellos contestaron: De los hijos de Neftalí, de los cautivos de Nínive. 4¿Conocéis a Tobit, nuestro hermano? Respondiéronle: Sí que le conocemos. ¿Está bien? 5 Vive y está bien, contestaron ellos. Y Tobías añadió: Es mi padre. 6 Ragüel, saltando, se echó a su cuello y le besó, derramando lágrimas. 7 Y bendíjole, diciendo: Eres hijo de un varón bueno, buenísimo. Pero, al saber que Tobit había perdido la vista, se entristeció hasta derramar lágrimas. 8 Edna, su mujer, y Sara, su hija, lloraron también; los recibieron cordialmente, sacrificaron un carnero y les ofrecieron un suntuoso banquete.
Los dos viajeros se dirigieron a la casa de Ragüel. El primer encuentro de Sara con los huéspedes recuerda escenas análogas en la historia de los patriarcas (Gen_24:15-25; Gen_29:9-13). Ragüel llama primo a Tobit, término que puede entenderse en sentido estricto o en el sentido más amplio y genérico de hermano. Al darse a conocer Tobías, Ragüel se abalanzó sobre el joven, se le echó al cuello y le besó, derramando lágrimas de emoción. El autor sagrado no ha referido el diálogo que siguió a esta revelación; sólo sabemos que, entre otras cosas, Tobías habló a Ragüel de la ceguera de su padre, con la consiguiente consternación del pariente. Como era costumbre entre los hebreos, el anciano Ragüel bendijo a Tobías (Jue_17:2; Rut_3:10), mientras hacía la apología de su padre. La familia entera se conmovió al encuentro inesperado de Tobías. Mataron un carnero en su honor (Gen_18:1555) y aparejaron un suntuoso banquete. Toda la escena, aparte de algunos matices, es copia de lo sucedido en idénticas circunstancias en la historia de los patriarcas (Gen_29:4-6; Gen_18:16ss), lo que está en conformidad con el espíritu del libro.
Ajuste de matrimonio (Gen_7:9-17).
9 Dijo luego Tobías a Rafael: Hermano Azarías, habla de aquel asunto de que en el camino tratamos, y que se acabe este negocio. 10 Expuso Azarías el asunto a Ragüel, que dijo a Tobías: Come, bebe y alégrate; en efecto, a ti te toca recibir a mi hija; pero antes tengo que advertirte una cosa: 11 He dado ya mi hija a siete maridos; pero, en entrando a ella, en la misma noche murieron. Tú ahora regocíjate. Mas Tobías contestó: No gustaré bocado hasta que no resolváis este negocio y me lo confirméis 12 Dijo Ragüel: Tómala desde ahora, según la Ley, pues tú eres su hermano y a ti se te debe. Que Dios misericordioso os colme de felicidades. 13 Llamó a Sara, su hija, cogiéndola de la mano, la entregó a Tobías por mujer, diciendo: Anda, según la Ley de Moisés, tómala y llévala a tu padre. Y los bendijo. 14 Llamó a Edna, su mujer; tomó un rollo, escribió el contrato matrimonial, lo selló, 15 y luego comenzaron a comer. *6 Llamó después Ragüel a Edna, su mujer, y le dijo: Prepara, hermana, otra alcoba y llévala a ella. Hizo Edna lo que le mandaba, y llevó a su hija a la cámara. Lloraba Sara, y, enjugando la madre las lágrimas de su hija, le decía: 17 Ten buen ánimo, hija; el Señor del cielo te dará gracia en vez de esta tristeza; ten valor, hija mía.
En contra de la Vulgata, es el ángel quien, a ruegos de Tobías, entabla las negociaciones para ajustar el matrimonio con Sara. Compárase el contenido de esta perícopa con la narración del criado de Abraham, comisionado para pedir la mano de Rebeca para su hijo Isaac (Gen_24:32-33). Al llegar de viaje, solían los huéspedes lavarse los pies (Gen_18:4; Gen_19:2; Gen_43:24); seguía una comida (Gen_18:6-7). Como el criado de Abraham, se niega Tobías a tomar bocado antes de obtener la seguridad del consentimiento a su anhelado matrimonio. Trata Ragüel de calmar la impaciencia de Tobías, diciéndole que de momento coma y beba, asegurándole que no tiene inconveniente alguno en entregarle a su hija por esposa.
Inmediatamente se formaliza el matrimonio con un rito cuya descripción, aunque muy sumaria, revela las costumbres antiguas de su celebración. Tomó el padre la mano derecha de su hija y la puso en la derecha del esposo (Vulgata), con lo cual se indicaba que, desde aquel momento, Sara pertenecía a Tobías. Contemporáneamente, pronunció Ragüel una fórmula de bendición nupcial (Gen_24:6, Rut_4:11ss). Acto seguido se procedió a la redacción por escrito del contrato matrimonial, del cual no se habla en la Ley mosaica, pero de cuyo uso en la antigüedad dan testimonio algunos documentos extrabíbucos.