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Llegaron los filisteos y se desplegaron por el Valle de Refaín. (II Samuel  5, 18) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

וּ‎(וְ)

Hebrew|û|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

פְלִשְׁתִּ֖ים‎(פְּלִשְׁתִּי)

Hebrew|fᵊlištˌîm|Philistine

Part-of-speech: adjective
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H6430] [q.bt.ac]
[פלשתי] [GES6358] [BDB7013] [HAL6948]

בָּ֑אוּ‎(בֹּוא)

Hebrew|bˈāʔû|come

Part-of-speech: verb
Gender: unknown
Number: plural
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: qal


[H935] [b.ap.aa] [212]
[בוא] [GES919] [BDB997] [HAL1011]

וַ‎(וְ)

Hebrew|wa|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

יִּנָּטְשׁ֖וּ‎(נָטַשׁ)

Hebrew|yyinnoṭšˌû|abandon

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: plural
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: wayyiqtol
Verbal stem: nif‘al


[H5203] [n.de.aa] [1357]
[נטש] [GES5115] [BDB5711] [HAL5602]

בְּ‎(בְּ)

Hebrew|bᵊ|in

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[b.ab.aa] [193]
[ב] [GES855] [BDB923] [HAL939]

עֵ֥מֶק‎(עֵמֶק)

Hebrew|ʕˌēmeq|valley

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: construct
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H6010] [p.dm.ab] [1644a]
[עמק] [GES5934] [BDB6558] [HAL6484]

רְפָאִֽים‎(רְפָאִים)

Hebrew|rᵊfāʔˈîm|[valley]

Part-of-speech: proper noun
Gender: unknown
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H7497] [t.dx.af] [t.dx.ad] [2198d]
[רפאים] [GES7447] [BDB8209] [HAL8124]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



2. David, Rey de Juda y de Israel (c.5-20).

David, rey de Israel (5:1-5).
1 Vinieron a David, a Hebrón, todas las tribus de Israel, y hablaron, diciendo: Hueso tuyo y carne tuya somos; 2 ya antes, cuando reinaba Saúl sobre nosotros, tú sacabas a Israel y entrabas con él. Además, Yahvé te ha dicho: Apacienta mi pueblo y sé el jefe de Israel. 3Vinieron, pues, todos los ancianos de Israel a David, a Hebrón; y David hizo con ellos alianza en Hebrón ante Yahvé, y ungieron a David rey sobre todo Israel. 4Treinta años tenía David cuando comenzó a reinar, y reinó cuarenta años. 5 Reinó en Hebrón, sobre Judá, siete años y seis meses, y treinta y tres años en Jerusalén, sobre todo Israel y Judá.

Todos los acontecimientos históricos convergían a allanar los caminos de acceso de David al trono de Israel. Abner había creado una atmósfera favorable, cuya labor facilitó la escasa personalidad de Isbaal. Desaparecido éste, nadie soñó en entronizar al hijo de Jonatán, inválido a consecuencia de una caída (4:4), ni existía un jefe capaz de reunir a todo Israel bajo su mando. Por lo mismo, una delegación, formada por elementos de todas las tribus de Israel (1Cr_12:24-40), fue enviada a David para concertar con él un pacto, cuyo éxito fue sellado con el trascendental acto de ungir a David por rey sobre todo Israel. Dos unciones habían precedido: una oficial, religiosa, efectuada por Samuel obedeciendo a una orden de Dios (1Sa_16:13); otra popular, por parte de los hombres de Judá (1Sa_2:4). Los embajadores de Israel entran en tratos con David, diciéndole que no es un extraño, sino un israelita como ellos: Hueso tuyo y carne tuya somos (Gen_2:23; Gen_29:14; Jue_19:2; 2Sa_19:13-14), unidos a él por vínculos de consanguinidad nacional o de raza y por el afecto que le profesan. No les es extraña su personalidad, que conocen desde hace mucho tiempo: ayer como antes de ayer (2Sa_3:17; 1Sa_10:11; 1Sa_14:21, etc.), desde los días de Saúl, en que él prácticamente llevaba los asuntos del reino y, sobre todo, los negocios relacionados con las armas. Los comisionados le eligen. Por rey, por ser esta la voluntad de Dios: Yahvé te ha dicho: Apacienta a mi pueblo y sé jefe de Israel. Aquella unción íntima, un secreto, en casa de Isaí (1Sa_16:13) conocióse poco a poco en Israel. Saúl tenía noticia de ella (1Sa_24:21); Abigaíl no duda ¿el hecho (1Sa_25:30), como tampoco Abner (1Sa_3:9). Los embajadores de Israel aludían a esta unción histórica y a las palabras del peut 17:15. Por el pacto convinieron en que Israel reconocería a David por rey, como lo habían hecho antes los de Judá, convirtiéndose, por lo mismo, en rey de Israel y de Judá. Creóse una monarquía dualista, un reino unido, con sus inevitables dimes y diretes, hasta que vino la escisión definitiva después de la muerte de Salomón (1 Re c.12). Por anticipación afirma el texto que el reinado de David, en números redondos, fue de siete años en Hebrón y treinta y tres en Jerusalén (1Re_2:11). Hacia el año mil antes de Cristo, dos coronas ceñían la cabeza de David: la de Judá y la de Israel. ¿Entraba en el pacto la creación de una capital de los dos reinos más céntrica que la lejana Hebrón?

Toma de Jerusalén (1Re_5:6-16).
6 El rey se dirigió con su gente a Jerusalén, contra los jebuseos, que habitaban la tierra, que dijeron a David: No entrarás tú aquí; ciegos y rengos bastarán para impedírtelo. Con lo que querían decir: Jamás entrará David aquí. 7 Pero David se apoderó de la fortaleza de Sión, que es la ciudad de David. 8 Pues había dicho: ¿Quién, batiendo al jebuseo, llegará a alcanzar por el túnel a los ciegos y rengos, aborrecidos del alma de David? Por eso quedó en proverbio: No entrarán en la casa los ciegos y los rengos. 9David estableció su residencia en la fortaleza, y la llamó la ciudad de David y edificó en derredor, desde el terraplén para adentro. 10David iba creciendo en poder cada vez más, y Yahvé, Dios Sebaot, estaba con él. 11 Hiram, rey de Tiro, envió a David una embajada y maderas de cedro, carpinteros y canteros, que edificaron la casa de David. 12 Conoció David que Yahvé le había confirmado rey de Israel y que realzaba su reino por amor de Israel, su pueblo. 13Tomó David más concubinas y mujeres en Jerusalén después de venir de Hebrón, y le nacieron hijos e hijas. 14He aquí los nombres de los que le nacieron en Jerusalén: Samúa, Sobab, Natán, Salomón, 15Jibjar, Eliua, Nefeg, Jafia, 16 Elisama, Elijada y Elifelet.

Cronológicamente, la toma de Jerusalén debe colocarse después de la victoria sobre los filisteos (v. 17-25). Los embajadores ; Israel habían regresado a su punto de partida con la conciencia haber logrado lo que estaba en el ánimo de todos: la unión nagual. Pero la compenetración entre un reino y otro y el intercamio y trasiego de personal se efectuaba lentamente. Por lo mismo, en contra de lo que escribe 1Cr_11:4, no concurrió a este ataque todo Israel, sino la gente de David, o sea, el reducido ejército ? los seiscientos hombres que no le abandonaban (1Sa_30:155. Así, pues, con su gente subió David a Jerusalén contra los jebuseos que habitaban la tierra.
Antiquísima es la ciudad de Jerusalén. Restos arqueológicos atestiguan su existencia en el período calcolítico en el sector llamado Ofel, o sea, el espolón que se encuentra al sur de la explanada del templo, entre los valles del Tiropeón y del Cedrón, al oeste y este respectivamente, y limitando al sur con la conjunción de los valles Cedrón e Hinnón. En una carta de Tell el-Amarna (c.1400 antes de Cristo) la ciudad es llamada Urusalim, palabra que ha sido interpretada diversamente, pero que parece significar fundación de Salem, nombre este último de una divinidad conocida en la primera mitad del segundo milenio. Desde su más remota antigüedad hasta la conquista de Canaán, la ciudad no tuvo otro nombre que el de Urusalim. Fueron sus primeros pobladores miembros del clan amorreo de los jebusitas, que rendían culto al dios Salem, al que su sacerdote Melquisedec aplicó los calificativos de altísimo, dueño de cielos y tierra, que el patriarca Abraham pudo con toda verdad aplicar e identificar con su propio Dios 1. Junto a sus muros pasaron los patriarcas con sus rebaños, pero la población mantúvose siempre fiel a sus dioses. Al conquistarla David, hubo una corriente encaminada a sustituir el nombre pagano de la ciudad por la designación de Ciudad de David. Sin embargo, el antiguo nombre subsistió, olvidándose su significado pagano. Al penetrar los israelitas en la tierra prometida, dirigieron sus ataques contra Hai, desviándose hacia el norte y evitando el ataque a la fortaleza de los jebuseos. A pesar de la muerte de su jefe Adonisedec en manos de Josué (Jos_15:8-63; Jue_19:12), la ciudad continuó bajo el dominio de los jebuseos hasta los tiempos de David. En los primeros momentos del reinado de David sobre Israel y Judá era del todo necesario quitar de en medio este baluarte amorreo y convertir la ciudad en capital del nuevo reino, tanto por su posición geográfica como por sus condiciones estratégicas. Valía la pena que David iniciara la nueva etapa de su reinado con tamaña empresa.
Un día vieron los jebuseos que un reducido ejército hebreo se estacionaba junto a los muros de la ciudad con propósitos hostiles. Sus habitantes cerraron herméticamente sus puertas y desde lo alto de las murallas proferían sus jefes palabras irónicas, diciendo: No entrarás tú aquí; ciegos y rengos bastarán para impedírtelo. Tan seguros se creían detrás de sus muros, que no cesaban de repetir: Jamás entrará David aquí. La fortaleza era casi invencible. Y, sin embargo, David habíase presentado delante de ella con ánimo de capturarla; un fracaso le hubiera restado simpatía por parte sobre todo de Israel. Pero David la tomó.
Se llamaba Sión la parte más fortificada de la ciudad, que contenía la acrópolis con su templo y palacio real. La ciudad era relativamente pequeña, no excediendo su área amurallada de algo más de cuatro hectáreas. En 1Cr_11:6 se dice: David había dicho: El que primero hiera al jebuseo será jefe y príncipe. El primero en subir fue Joab, hijo de Sarvia, y fue hecho jefe. El texto hebraico del v.8 se ha conservado en mal estado. Su traducción más literal parece ser: Pues había dicho David aquel día: Quien quiera vencer al jebuseo, que alcance, a través del canal, a los cojos y ciegos, los que odian la persona de David. La traducción de la última parte del versículo mencionado es dudosa; quizá la mejor sea: A los rengos y ciegos David odia con toda su alma. Por esto se dice: Ciegos y cojos no entrarán en el templo (De Vaux), La arqueología ha venido en ayuda de la crítica textual para la recta interpretación del v. 8 de nuestro texto. La palabra sinnor del verso ha recibido múltiples interpretaciones. Sukenik, apoyándose en los LXX y en la palabra árabe sinnarat, cree que significaba originariamente tridente, aludiendo al arma con que debían atacar. Otros, siguiendo a Wellhausen, refieren el término sinnor a un miembro del cuerpo humano que tenga las funciones de canal, tales como cuello, etc. (Jouon, Fernández). La tercera opinión, la más corriente hoy día, ve en sinnor una parte de la población que debe ser objeto preferente de ataque. Sinnor tiene relación con conducciones de agua, canales (Sal_42:8); en el neohebreo conserva el mismo sentido. Aqui-la traduce por krounismo, el manantial. En efecto, en el fondo de la fuente Ain-Sitti-Mariam existe una abertura que sube hacia arriba a manera de chimenea excavada en el corazón mismo de la colina. Se hace remontar su construcción, con buenos fundamentos arqueológicos, al tiempo de los jebuseos. Su objeto era evidentemente el de poder sacar agua de la fuente sin necesidad de salir de la ciudad. Esta abertura fue descubierta por Ch. Warren en 1867 2. No siendo posible abrir brecha en los muros de la ciudad, David, que tenía sin duda noticia de este túnel por haberlo descubierto en las exploraciones previas del terreno o por habérselo comunicado algún jebuseo, animó a los suyos a que, derribada la pared que interceptaba el paso de la fuente al túnel, treparan por el mismo durante la noche, en una hora en que nadie iba a por agua, y penetraran en la ciudad. Joab fue el primero que se aventuró a esta empresa. ¿Hubo lucha en el recinto de la villa? ¿Se entregaron los jebuseos al ver su fortaleza invadida por el enemigo? ¿Qué suerte corrieron sus habitantes? Nada dice sobre estos particulares el texto sagrado; ya hemos hecho notar que sus relatos son sobrios, esquemáticos, con estilo telegráfico.
Pronto trasladó David su familia, ejército, funcionarios y muchos israelitas a la nueva capital, que modificó convenientemente durante el curso de su reinado, embelleciéndola por dentro, construyendo nuevas viviendas (1Cr_11:8), reparando los destrozos de las murallas, tratando de ampliarla hacia el norte e iniciando la obra de terraplenar el foso que existía entre el muro septentrional de la fortaleza y la colina del monte Moría, obra que acabó Salomón (1Re_9:15-24) 3.
La noticia sobre la embajada de Hiram recuerda la que tuvo lugar en tiempos de Salomón (1Re_5:15). Era costumbre esta ayuda mutua entre los reyes amigos al efectuarse un cambio de reino (1Re_10:1). Los fenicios mandaban también maderas a Egipto, de donde recibían obreros para trabajarlas. Tiro era una ciudad fenicia edificada sobre una roca que emergía en pleno mar Mediterráneo, a quinientos metros de la costa. Su misma posición la hacía inexpugnable, convirtiéndose en el puerto más importante del Mediterráneo oriental tanto desde el punto de vista militar como comercial. Flavio Josefo dice que su rey Hiram, hijo de Abibal, reinó treinta y cuatro años (hacia 979-945), muriendo a los cincuenta y tres. Pero no parece que fuera Hiram el que mandó maderas y obreros para construir el palacio de David, ya que no es probable que ocupara él el trono en los primeros años del reinado de David sobre todo Israel. La dificultad se resuelve admitiendo que o no fue Hiram el que mandó tal ayuda, o, en caso afirmativo, que lo hizo años más tarde, a finales del reinado de David. Es probable que David contara en los comienzos con una casa sencilla, que más tarde amplió y adornó extraordinariamente su hijo Salomón.
Un soberano oriental debía contar con un nutrido harén y una descendencia numerosa; por lo mismo, tomó David otras mujeres y concubinas, práctica que toleraba la Ley (Deu_15:17). Con ello pretendía David principalmente entrar en relación con las principales familias del reino y asegurarse la amistad de los monarcas extranjeros. Dos categorías existían en el harén: las esposas de primer orden, que hacían su entrada en palacio con grandes fiestas y boato, y las concubinas, también esposas en sentido estricto, que entraban en el harén real sin aparato externo; sus hijos eran menos considerados. De la época de Tell el-Amarna escribe De Vaux sabemos que el rey de Biblos tenía al menos dos mujeres, y el de Alasia (Chipre) habla de sus mujeres. Sin embargo, en los siglos VIII-VII a. de C., los anales de Asiría atribuyen a los reyes de Ascalón, Sidón y Azoto sólo una mujer, acaso la reina titular, lo que no excluye otras esposas y concubinas. Mejor información se dispone tocante a los hititas, entre los cuales una esposa llevaba el título de reina, disponiendo el monarca de mujeres libres y concubinas. En Asiría, al lado de la dama de palacio, existían otras, provenientes muchas veces de pueblos extranjeros. En Egipto tenía el Faraón una esposa que llevaba el título de gran esposa real. Cinco personas llevaron este título sucesivamente durante el largo reinado de Ramsés II, pero sus ciento sesenta y dos hijos prueba que tuvo otras mujeres además de la reina y esposa oficial. Según las cartas de Tell el-Amarna, el harén que más analogía tiene con el de los faraones es el de Salomón. La princesa mitanni casada con Amenofis III llevó consigo trescientas diecisiete muchachas jóvenes. El mismo rey encarga al de Guezer le envíe cuarenta mujeres guapas, a cuarenta siclos de plata cada una. El Faraón recibe del rey del Mitanni el regalo de treinta muchachas, veintiuna del rey de Jerusalén y veinte o treinta de un príncipe sirio. 4

Ataque de los filisteos (Deu_5:17-25).
17 Cuando los filisteos supieron que David había sido ungido rey de todo Israel, subieron todos en busca suya, y David, que lo supo, bajó a la fortaleza. 18 Los filisteos hicieron una incursión en el valle de Refaím, 19y David consultó a Yahvé, diciendo: ¿Subiré contra los filisteos? ¿Los entregarás en mis manos? Y Yahvé dijo a David: Sube, pues de cierto los entregaré en tus manos. 20 Vino, pues, David a Baal Parasim, donde los derrotó, y dijo: Yahvé ha roto a mis enemigos como rompen las aguas. Por eso se dio a aquel lugar el nombre de Baal Parasim. 21Dejaron allí sus ídolos, que David y su gente se llevaron. 22Volvieron los filisteos a subir y a invadir el valle de Refaím. 23Consultó David a Yahvé: ¿Subiré contra los filisteos? ¿Los entregarás en mis manos? Y El le respondió: No subas a su encuentro; rodea por detrás de ellos y atácalos por la espalda desde el lado de las balsameras. 24 Cuando entre las balsameras oigas ruido de pasos, ataca fuertemente, porque es Yahvé que marcha delante de ti para derrotar al ejército de los filisteos. 25David hizo lo que Yahvé le mandó, y batió a los filisteos desde Gabaón hasta Guezer.

Los exegetas son de parecer que este episodio debe seguir inmediatamente a la noticia sobre la unción de David por rey de Israel (v.3), como se desprende de 1Cr_14:8. Al mismo hecho se refiere el pasaje de 2Sa_23:13-17. Practicaban los filisteos la política del divide y vencerás con relación a Palestina.
Después del desastre de Gelboé quedaron ellos dueños del territorio palestinense, controlando prácticamente todas sus actividades. Pero el genio militar de Abner fue rechazándolos de un sitio y de otro hasta libertar los territorios del norte del yugo filisteo. En el sur, éstos controlaban el territorio de Judá, en donde, según creyeron en un principio, reinaba un aliado suyo, a quien trataron de apoyar y aupar a fin de que estorbara la acción de sus rivales del norte y mantuviera a la nación dividida en dos bandos. Por lo mismo, llevaron muy a mal el que ciñera David la corona de los dos reinos, temiendo fundadamente que esta unidad nacional redundara en detrimento de sus intereses. Para cortar el mal de raíz, antes de que las relaciones entre los reinos de Judá y de Israel se estabilizaran, lanzaron su ejército sobre la región que servía de enlace a los dos mencionados reinos con el fin de impedir que la unión se hiciera efectiva.
David, que estaba todavía en Hebrón, tuvo noticia de la penetración de los filisteos en tierra de Israel y bajó a la fortaleza de Odulam (1Sa_22:1 : caverna; 22:4.5: fortaleza). El sitio escogido por los filisteos fue el valle de Refaím (Jos_15:8; Jos_18:16), entre Jerusalén y Belén, llamado hoy día llanura de Baqa, que se extiende al sur de Jerusalén, parte occidental de la misma hasta Lifta, al norte. Antes de atacarlos consulta David a Yahvé, que le promete la victoria. Desde su refugio de Odulam subió (verbo que no se hubiera empleado en el caso de estar David en Jerusalén:Jos_23:1) a la colina de Baal Parasim. Tenemos un nombre compuesto con la palabra baal, dios cananeo, y parasim, divisiones, brechas, lugar de la división de aguas (v.20), unas en dirección al mar Muerto y otras hacia el Mediterráneo. Este lugar alto en la línea divisoria de las aguas, llamado Ras en-Nadir, al sur de Lifta, estaba dedicado al dios cananeo baal, dueño y autor, según sus seguidores, de los parasim, o divisiones de las aguas.
Con la ayuda de Dios, los filisteos fueron derrotados y dispersados, como la división de las aguas. De ahí que en adelante perdió el lugar su carácter profano y adquirió uno religioso, cediendo baal su puesto al verdadero dueño y señor de los elementos, Yahvé. Para asegurarse la victoria, los filisteos habían traído consigo sus ídolos (dioses según los LXX y 1Cr_14:12), que, según este último texto, fueron quemados.
El segundo encuentro se desarrolló entre el extremo noroeste de Refaím y el wadi el-Meise, al oeste de Jerusalén; torrente que va desde birket Mamillah hasta birket es-Sultan (Ubach). Los filisteos huyeron precipitadamente hacia Gabaón (no Gueba, como dice el texto masorético), para emprender desde allí la fuga hacia la costa mediterránea. Estas dos victorias aplastaron el poderío de los filisteos.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter V.

1 The tribes come to Hebron to annoint Dauid ouer Israel. 4 Dauids age. 6 Hee taking Zion from the Iebusites dwelleth in it. 11 Hiram sendeth to Dauid. 13 Eleuen sonnes are borne to him in Ierusalem. 17 Dauid directed by God smiteth the Philistines at Baal Perazim, 22 and againe at the Mulberie trees.
1 Then [ 1Ch_11:1.] came all the tribes of Israel to Dauid vnto Hebron, and spake, saying, Behold, we are thy bone, and thy flesh.
2 Also in time past when Saul was king ouer vs, thou wast hee that leddest out and broughtest in Israel: and the Lord said to thee, [ Psa_78:71.] Thou shalt feed my people Israel, and thou shalt bee a captaine ouer Israel.
3 So all the Elders of Israel came to the King to Hebron, and King Dauid made a league with them in Hebron before the Lord: and they anointed Dauid King ouer Israel.
4 Dauid was thirtie yeeres old when he began to reigne, and he reigned fourtie yeeres.
5 In Hebron he reigned ouer Iudah [ 2Sa_2:11.] seuen yeeres, and sixe moneths: and in Ierusalem he reigned thirty and

[Dauids children.]

three yeres ouer all Israel and Iudah.
6 And the king and his men went to Ierusalem, vnto the Iebusites, the inhabitants of the land: which spake vnto Dauid, saying, Except thou take away the blind and the lame, thou shalt not come in hither: [ Or, saying, Dauid shall not, etc.] Thinking, Dauid cannot come in hither.
7 Neuerthelesse, Dauid tooke the strong hold of Zion: the same is the citie of Dauid.
8 And Dauid said on that day, Whosoeuer getteth vp to the gutter, and smiteth the Iebusites, and the lame, and the blind, that are hated of Dauids soule, [ 1Ch_11:6 .] he shall be chiefe and captaine: [ Wherefore they said, The blind and the lame shall not come into the house.
9 So Dauid dwelt in the fort, and called it the citie of Dauid, and Dauid built round about, from Millo and inward.
10 And Dauid [ Hebrew: went, going and growing.] went on, and grew great, and the Lord God of hosts was with him.
11 And [ 1Ch_14:1 .] Hiram king of Tyre sent messengers to Dauid, and Cedar trees, and carpenters, and [ Hebrew: hewers of the stone of the wall.] Masons: and they built Dauid an house.
12 And Dauid perceiued that the Lord had established him King ouer Israel, and that he had exalted his kingdome for his people Israels sake.
13 And [ 1Ch_3:9 .] Dauid tooke him mo concubines and wiues out of Ierusalem, after he was come from Hebron, and there were yet sonnes and daughters borne to Dauid.
14 And [ 1Ch_3:5 .] these be the names of those that were borne vnto him in Ierusalem, Shammua, & Shobab, and Nathan, and Solomon:
15 Ibhar also, and Elishua, and Nepheg, and Iaphia,
16 And Elishama, and Eliada, and Eliphalet.
17 [ 1Ch_11:16 ; 1Ch_14:8 .] But when the Philistines heard that they had anointed Dauid King ouer Israel, all the Philistines came vp to seeke Dauid, and Dauid heard of it, and went downe to the hold.
18 The Philistines also came, and spred themselues in the valley of Rephaim.
19 And Dauid enquired of the Lord, saying, Shall I goe vp to the Philistines? wilt thou deliuer them into mine hand? And the Lord said vnto Dauid, Goe vp: for I will doubtlesse

[The Arke remoued.]


eliuer the Philistines into thine hand.
20 And [ Isa_28:21 .] Dauid came to Baal-Perazim, and Dauid smote them there, and said, The Lord hath broken foorth vpon mine enemies before me, as the breach of waters. Therefore he called the name of that place, [ That is, the plaine of breaches .] Baal-Perazim.
21 And there they left their images, and Dauid and his men [ 1Ch_14:12 .] [ Or, tooke them away.] burnt them.
22 And the Philistines came vp yet againe, and spread themselues in the valley of Rephaim.
23 And when Dauid enquired of the Lord, he said, Thou shalt not goe vp: but fetch a compasse behinde them, and come vpon them ouer against the Mulbery trees.
24 And let it be when thou hearest the sound of a going in the tops of the mulbery trees, that then thou shalt bestirre thy selfe: for then shal the Lord goe out before thee, to smite the host of the Philistines.
25 And Dauid did so, as the Lord had commaunded him; and smote the Philistines from Geba, vntil thou come to Gazer.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Batallas con los filisteos. Cronológicamente ésta es la primera tarea de David en cuanto rey de la monarquía unificada. El autor resume en brevísimo espacio sucesos que debieron de durar varios años; se fija en un par de batallas. A esta época pertenecen algunos datos que se leen en el apéndice (capítulos 21-24). David presenta batalla en la zona montañosa, donde los filisteos se desenvuelven con menos medios y mayor dificultad. Valle de Refaím o Valle de los Gigantes -para el pueblo Valle de las Ánimas- está situado junto a Jerusalén, donde los filisteos se encuentran protegidos por el enclave jebuseo de Jerusalén, mientras David, evitando las ciudades, se refugia en el paraje que tan bien conoce de Adulán (1Sa_22:1.4; 1Sa_24:13). Desde allí iría agrupando tropas y despachando pequeñas incursiones contra los filisteos. Del capítulo 23 se desprende que éstos están instalados también en Belén. Los filisteos acampan en terreno ventajoso, llano, en el valle que arranca al sudoeste de Jerusalén y se alarga hacia el oeste. David parte de Adulán, rodea por occidente, sube a Perasim, y desde el norte ataca y pone en fuga al enemigo. Los ídolos se llevan al campo de batalla como protección. Israel paga ahora a los filisteos la captura del Arca (1 Sm 4). Son el trofeo más valioso. Los filisteos insisten en el mismo sitio que consideran ventajoso (22-25); el oráculo del Señor ofrece esta vez un signo no tan fácil de entender: se trataría del rumor del viento en las copas de las moreras. Otros interpretan el nombre como toponímico, «en las alturas de Becaim».

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Derrota de los filisteos. Los filisteos habían permitido, sin interferir, que David gobernara en Judá; un Israel dividido les daba a ellos más poder. Pero en cuanto todas las tribus israelitas apoyaron a David, los filisteos se convirtieron en sus enemigos (17). Sus ataques probablemente sucedieron antes de la toma de Jerusalén, y la fortaleza mencionada es Adulam, cuartel militar anterior de David (ver 1 Sam. 22:1-4). Ambos ataques filisteos fueron en el valle de Refaím (18, 22) que quedaba al sur de Jerusalén, lo que puede haber llamado la atención de David sobre la importancia de toda esta región.

Las dos victorias de David se describen brevemente, pero con suficientes detalles para mostrar que consultó a Jehovah antes de cada batalla. Dios nunca dejó de contestar a su rey escogido; el contraste con Saúl es digno de notar (cf. 1 Sam. 28:6).

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*5-8 Cuatro capítulos dan razón del modo como se forjó el reino de David. Primero fue ganar Jerusalén (2Sa 5:1-25). Luego centralizar el culto, mediante el traslado del Arca a la nueva capital (2Sa 6:1-23). Más adelante fundar la dinastía mediante un oráculo (2Sa 7:1-29). Y, finalmente, trazar las dimensiones del reino (2Sa 8:1-18).

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


NOTAS

5:18 Valle encajonado, al suroeste de Jerusalén, Jos_15:8; Jos_18:16, ver Deu_1:28+.

Nueva Biblia de Jerusalén (Desclée, 1998)


NOTAS

5:18 Valle encajonado, al suroeste de Jerusalén, Jos_15:8; Jos_18:16, ver Deu_1:28+.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



8. El significado exacto de la palabra hebrea traducida por "canal" no es del todo claro. Probablemente se trata de un túnel abierto en la roca, que comunicaba el interior de la ciudad con la fuente de Guijón, situada en la pendiente oriental de la colina de Sión. Ante la imposibilidad de abrir una brecha en los muros de Jerusalén, David animó a sus hombres a penetrar en la ciudad introduciéndose por ese túnel.

Torres Amat (1825)



[3] La unción es un signo de la proclamación del rey. 1 Cro 11, 1-9.

[6] Uno de los mayores aciertos tácticos de David fue la elección de Jerusalén como capital del reino. La Ciudad de David es propiamente la antigua fortaleza de los jebuseos.

[10] Faltan indicaciones cronológicas de las acciones de David, aunque haya referencias teológicas.

Biblia Peshitta en Español (Holman, 2015)

3 Aram., Gabare. Heb., Rafaim. Así en 2Sa 5:22 2Sa 23:13

Biblia Hispano Americana (Sociedad Bíblica Española, 2014)

— valle de Refaín: Situado al suroeste de Jerusalén y citado en 2Sa 23:13 juntamente con la cueva de Adulán.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 5.3 Ancianos de Israel: Véase 1 S 8.4 n.

[2] 5.20 Baal-perasim, en hebreo, significa Señor de los pasos abiertos.

[3] 5.25 Gabaón: según la versión griega (LXX) y 1 Cr 14.16. Heb. Gueba.