Hechos 22 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 30 versitos |
1 «Hermanos israelitas y padres: Escuchad la defensa que hago ahora ante vosotros».
2 Al oír que les hablaba en lengua hebrea, guardaron mayor silencio. Y continuó:
3 «Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero educado en esta ciudad; me formé a los pies de Gamaliel en la exacta observancia de la ley de nuestros padres; he servido a Dios con tanto celo como vosotros mostráis hoy.
4 Yo perseguí a muerte este Camino, encadenando y metiendo en la cárcel a hombres y mujeres,
5 como pueden atestiguar en favor mío el sumo sacerdote y todo el consejo de los ancianos. Ellos me dieron cartas para los hermanos de Damasco, y me puse en camino con el propósito de traerme encadenados a Jerusalén a los que encontrase allí, para que los castigaran.
6 Pero yendo de camino, cerca ya de Damasco, hacia mediodía, de repente una gran luz del cielo me envolvió con su resplandor;
7 caí por tierra y oí una voz que me decía: “Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?”.
8 Yo pregunté: “¿Quién eres, Señor?”. Y me dijo: “Yo soy Jesús el Nazareno a quien tú persigues”.
9 Mis compañeros vieron el resplandor, pero no oyeron la voz que me hablaba.
10 Yo pregunté: “¿Qué debo hacer, Señor?”. El Señor me respondió: “Levántate, continúa el camino hasta Damasco, y allí te dirán todo lo que está determinado que hagas”.
11 Como yo no veía, cegado por el resplandor de aquella luz, mis compañeros me llevaron de la mano a Damasco.
12 Un cierto Ananías, hombre piadoso según la ley, recomendado por el testimonio de todos los judíos residentes en la ciudad,
13 vino a verme, se puso a mi lado y me dijo: “Saúl, hermano, recobra la vista”. Inmediatamente recobré la vista y lo vi.
14 Él me dijo: “El Dios de nuestros padres te ha elegido para que conozcas su voluntad, veas al Justo y escuches la voz de sus labios,
15 porque vas a ser su testigo ante todos los hombres de lo que has visto y oído.
16 Ahora, ¿qué te detiene? Levántate, recibe el bautismo y lava tus pecados invocando su nombre”.
17 Regresé a Jerusalén y, mientras oraba en el templo, caí en éxtasis
18 y lo vi que me decía: “Date prisa y sal inmediatamente de Jerusalén, pues no recibirán tu testimonio acerca de mí”.
19 Yo respondí: “Señor, ellos saben que yo andaba por la sinagogas encarcelando y azotando a los que creían en ti;
20 y cuando se derramaba la sangre de tu testigo Esteban, yo también me encontraba presente, aprobándolo y guardando los vestidos de los que lo mataban”.
21 Pero él me dijo: “Ponte en camino, porque yo te voy a enviar lejos, a los gentiles”».
22 Lo estuvieron escuchando hasta estas palabras y entonces alzaron sus voces diciendo: «Quita de la tierra a ese, pues no merece vivir».
23 Y como ellos siguiesen gritando, agitando sus vestidos y echando polvo al aire,
24 el tribuno ordenó que lo llevasen dentro del cuartel y dijo que lo sometieran a los azotes para averiguar por qué motivo gritaban así contra él.
25 Mientras lo estiraban con las correas, preguntó Pablo al centurión que estaba presente: «¿Os está permitido azotar a un ciudadano romano sin previa sentencia?».
26 Al oírlo, el centurión fue a avisar al tribuno: «Mira bien lo que vas a hacer, pues ese hombre es ciudadano romano».
27 Acudió el tribuno y le pregunto: «Dime, ¿tú eres romano?». Él respondió: «Sí».
28 El tribuno añadió: «Yo adquirí esta ciudadanía por una gran suma». Pablo contestó: «Pues yo nací con ella».
29 Los que iban a atormentarlo para hacerlo hablar se retiraron enseguida, y el tribuno tuvo miedo al darse cuenta de que lo había encadenado siendo ciudadano romano.
30 ° Al día siguiente, queriendo conocer con certeza los motivos por los que lo acusaban los judíos, mandó desatarlo, ordenó que se reunieran los sumos sacerdotes y el Sanedrín en pleno y, bajando a Pablo, lo presentó ante ellos.

Patrocinio

 
 

Introducción a Hechos

HECHOS DE LOS APÓSTOLES

La tradición ha atribuido esta obra a san Lucas, que la habría escrito en el último tercio del siglo i d.C., dirigiéndola a cristianos de origen paulino situados en regiones griegas, tal vez en los entornos de Éfeso. Existe una estrecha relación entre los evangelios (proclamación de Jesucristo) y los Hechos que contienen el cumplimiento de la promesa del envío del Espíritu Santo, el nacimiento de la Iglesia y su expansión hasta el confín de la tierra. El libro es, pues, de alguna manera el cumplimiento del mandato misionero que traen los cuatro evangelios (Mat 28:16-20; Mar 16:15 s; Luc 24:47; Jua 17:17; Jua 20:21), pero especialmente el de san Lucas, del que constituye el segundo libro; de hecho, lo mismo que en Lc, el mandato misionero de Jesús se expresa en términos de testimonio sobre él por parte de los discípulos (Hch 1:8). Los Hechos tienen dos grandes partes, dedicadas respectivamente al testimonio de la Iglesia de Jerusalén con los Doce (Hch 1:1-26 - Hch 12:1-25) y al testimonio de Pablo hasta el confín de la tierra (Hch 13:1-52 - Hch 28:1-31). San Lucas continúa aquí la presentación teológica del camino profético y salvador comenzado en el evangelio, destacando especialmente cómo este camino, programado y dirigido por Dios Padre y recorrido en su ministerio terreno por Jesús, es continuado actualmente por Cristo glorioso a través de su Espíritu y por medio del testimonio profético de la Iglesia.

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

Patrocinio

Notas

Hechos 22,1-30*13-28 La segunda parte del libro narra cómo el Evangelio llega hasta el confín de la tierra, con lo que se cumple el mandato del Señor referido en Hch 1:8. El gran protagonista será Pablo, que, en sus viajes, da testimonio de Jesús en el mundo grecorromano.


Hechos 22,1-30*19:23-28:31 La tercera sección de la segunda parte de Hechos narra el viaje de Pablo a Jerusalén y a Roma, como prisionero y testigo de Cristo; consta de cuatro bloques: viaje a Jerusalén por Macedonia y Acaya (Hch 19:23-41; Hch 20:1-38; Hch 21:1-26); prisión y testimonio en Jerusalén ante los judíos (Hch 21:27-40; Hch 22:1-30; Hch 23:1-35; Hch 24:1-27); prisión y testimonio en Cesarea ante gobernadores y reyes (Hch 25:1-27; Hch 26:1-32); viaje a Roma y testimonio en dicha ciudad (Hch 27:1-44; Hch 28:1-31).
Hechos 22,1-30*21:27-23:11 Esta unidad narra la detención de Pablo y su testimonio ante el pueblo judío, y especialmente ante el Sanedrín, máximo tribunal judío.
Hechos 22,30*22:30-23:11 El momento es importantísimo: Pablo comparece y da testimonio ante la máxima autoridad del pueblo judío.