Deuteronomio  4 Biblia Peshitta en Español (Holman Bible Publishers, 2015) | 49 versitos |
1 Ahora pues, oh Israel, presten atención a la ley y los estatutos que hoy les enseño, a fin de que los pongan por obra, para que vivan y entren a tomar posesión de la tierra que Yahweh, Dios de sus padres, les ha entregado.
2 No añadirán nada al mandamiento que yo les ordeno, ni quitarán nada de él, sino que guardarán el mandamiento de Yahweh su Dios, el cual yo les ordeno.
3 Sus ojos han visto todo lo que Yahweh hizo a Baal-peor, pues a todo aquel que fue en pos de Baal-peor, Yahweh su Dios lo destruyó de en medio de ustedes.
4 Pero ustedes que permanecieron unidos a Yahweh su Dios, he aquí que todos están vivos hasta el día de hoy.
5 Consideren que yo les he enseñado estatutos y ordenanzas tal como Yahweh mi Dios me ha ordenado, a fin de que los pongan por obra en la tierra a la cual van a entrar para tomar posesión de ella.
6 Los guardarán y los pondrán por obra, porque ésta será su sabiduría e inteligencia a los ojos de las naciones, que al escuchar todos estos estatutos, dirán: “Esta gran nación es sabia y entendida”.
7 Porque, ¿qué gran nación hay que tenga cerca a su Dios como lo está Yahweh nuestro Dios en todo lo que lo invocamos?
8 ¿Y qué gran nación hay que tenga estatutos y ordenanzas justos como toda esta ley que hoy pongo delante de ustedes?
9 Sólo que tengan mucho cuidado y guárdense a sí mismos, no sea que se olviden de todas las cosas que sus ojos han visto, y se aparten de su corazón todos los días de su vida; háganlas saber a sus hijos y a sus nietos.
10 Acuérdense del día cuando estuvieron ante Yahweh su Dios en Horeb, que Yahweh me dijo: “Reúne ante mí al pueblo para que yo les haga oír mis palabras, para que aprendan a tener temor de mí todos los días que vivan sobre la tierra, y las enseñen a sus hijos”.
11 Entonces se acercaron y permanecieron al pie del monte. Y el monte ardía en fuego hasta lo profundo del cielo; y había oscuridad, una nube y densas tinieblas.
12 Y Yahweh habló con ustedes desde en medio del fuego en el monte, y escuchaban la voz del que hablaba; solamente la voz, pero no veían imagen alguna.
13 Entonces Él les dio a conocer su pacto, y les ordenó que pusieran por obra los diez mandamientos, y los escribió en las dos tablas de piedra.
14 En esa ocasión Yahweh me dio órdenes de que les enseñara estatutos y ordenanzas, a fin de que los pusieran por obra en la tierra a la cual van a pasar para tomar posesión de ella.
15 Tengan mucho cuidado de ustedes mismos, porque ninguna imagen vieron en el día que Yahweh habló con ustedes en Horeb desde en medio del fuego,
16 no sea que se corrompan y hagan para ustedes imágenes y figuras de cualquier forma, ya sea en forma de hombre o de mujer,
17 semejanza de cualquier animal que haya en la tierra, semejanza de cualquier ave alada que vuele en el cielo,
18 semejanza de cualquier animal que se arrastre por el suelo o semejanza de cualquier pez que hay en el mar, debajo de la tierra;
19 y para que no levanten sus ojos al cielo, y al ver el sol, la luna, las estrellas y todas las huestes de los cielos, se extravíen y se postren ante ellos y rindan culto a cosas que Yahweh su Dios ha asignado a todos los pueblos que están debajo del cielo.
20 Pero a ustedes Yahweh los ha tomado y los ha sacado del horno de hierro, de Egipto, para que le sean pueblo y heredad como en el día de hoy.
21 Pero debido a sus palabras Yahweh se airó contra mí, y juró que yo no cruzaría este Jordán ni entraría en la buena tierra que Yahweh su Dios les entregó por heredad;
22 así que yo voy a morir en esta tierra, y no cruzaré este Jordán. Pero ustedes cruzarán y poseerán esta buena tierra que Yahweh su Dios les entregó en heredad.
23 Cuídense, no sea que se olviden del pacto que Yahweh su Dios hizo con ustedes, y habiéndose corrompido, hagan para ustedes figuras e imágenes de cualquier cosa que Yahweh su Dios les ha prohibido.
24 Porque Yahweh su Dios es fuego consumidor, y Dios celoso es.
25 Cuando hayan engendrado hijos y nietos, y hayan vivido muchos años en la tierra, pero se corrompan y hagan figuras e imágenes de cualquier cosa, y hagan lo que es malo ante Yahweh su Dios provocándolo a ira,
26 yo pongo hoy por testigos a los cielos y a la tierra, que pronto serán exterminados por completo de la tierra donde van hoy a cruzar el Jordán para tomar posesión de ella, y no prolongarán sus días en ella, sino que serán exterminados por completo.
27 Entonces Yahweh los dispersará entre las naciones, y quedarán pocos en número entre las naciones adonde Yahweh los disperse.
28 Allá servirán a dioses hechos por manos humanas, de madera, de piedra, que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen.
29 Pero allá buscarán a Yahweh su Dios, y lo encontrarán cuando lo busquen con todo su corazón y con toda su alma.
30 En los días finales, cuando estén bajo aflicción y les sobrevengan todas estas cosas, se volverán a Yahweh su Dios y obedecerán su voz;
31 porque Yahweh su Dios es Dios misericordioso; Él no los destruirá ni los abandonará ni se olvidará del pacto que juró a sus padres.
32 Ciertamente, indaguen respecto a los días pasados que fueron antes de ustedes, del día cuando Dios creó al hombre sobre la tierra, si desde un extremo de los cielos hasta el otro se ha hecho cosa tan grande como ésta o se ha oído algo semejante,
33 si algún otro pueblo ha escuchado la voz de Dios hablando desde en medio del fuego como la han escuchado ustedes, y han podido sobrevivir.
34 O si han probado a algún dios que fuera y tomara para sí un pueblo de en medio de otro pueblo con pruebas, prodigios y maravillas, con guerra y mano poderosa, con brazo alzado y con grandes visiones como todo lo que Yahweh su Dios hizo a la vista de ustedes en Egipto.
35 Ustedes han visto y conocido que Yahweh es Dios, y no hay más fuera de Él.
36 Desde el cielo los hizo escuchar su voz para instruirlos, y sobre la tierra les mostró su gran fuego, y escucharon sus palabras desde en medio del fuego;
37 y puesto que amó a sus padres, escogió a su descendencia después de ellos, y con su presencia los sacó de Egipto con gran poder,
38 a fin de exterminar de delante de ustedes a naciones más numerosas y fuertes que ustedes, para introducirlos y entregarles su tierra por heredad, como en este día.
39 Reconozcan hoy, pues, y arrepiéntanse en su corazón, porque Yahweh es Dios arriba en el Cielo y abajo en la tierra, y no hay más fuera de Él.
40 Guarden sus leyes y sus man-damientos que yo les ordeno hoy, para que les vaya bien a ustedes y a sus hijos después de ustedes, y prolonguen los días sobre la tierra que Yahweh su Dios les da para siempre.
41 Entonces Moisés apartó tres ciudades al otro lado del Jordán, al oriente,
42 a fin de que pudiera huir allá el homicida que hubiera matado a su prójimo accidentalmente, sin haberlo aborrecido previamente, y al huir a una de esas ciudades, pudiera salvar su vida;
43 una de ellas era Beser, en el desierto, en la región de la llanura, de Rubén; otra era Ramot, en Galaad, de Gad; y Golán, en Basán, de Manasés.
44 Ésta es la ley que Moisés puso ante los hijos de Israel.
45 Éstos son los testimonios, estatutos y decretos que habló Moisés a los hijos de Israel después de haber ellos salido de Egipto,
46 al otro lado del Jordán, en el valle frente a Bet-peor, en la tierra de Sejón, rey de los amorreos, que moraban en Hesbón, a quien dieron muerte Moisés y los hijos de Israel cuando salieron de Egipto;
47 y tomaron posesión de su tierra, y de la tierra de Og, rey de Basán, los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, al oriente;
48 desde Aroer que está a la orilla del valle del Arnón hasta el monte Sirión, el cual es el Hermón,
49 y todo el Arabá que está cruzando el Jordán, al oriente, hasta el mar del Arabá, al pie de Asdod y el Pisga.

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Introducción a Deuteronomio 

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