Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
28. Los Ornamentos Sagrados.
Las Vestiduras Sacerdotales (1-5).
1
Y tú haz que se acerque Aarón, tu hermano, con sus hijos, de en medio de los hijos de Israel, para que sean mis sacerdotes: Aarón, Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar, hijos de Aarón. 2
Harás a Aarón, tu hermano, vestiduras sagradas para gloria y ornamento. 3
Te servirás para ello de los hombres diestros que ha llenado el espíritu de sabiduría, y ellos harán las vestiduras de Aarón para consagrarle, para que ejerza mi sacerdocio. 4
He aquí lo que han de hacer: un pectoral, un efod, una sobretúnica, una túnica a cuadros, una tiara y un ceñidor. 5
Se emplearán para ellas oro y telas tejidas en jacinto, púrpura y carmesí y lino fino.
Las vestiduras sacerdotales debían estar en consonancia con el Señor, a quien los sacerdotes servían, y con la suntuosidad del santuario mismo. De ahí la riqueza de las vestiduras sacerdotales.
Sin dar explicación alguna, el autor sagrado presenta como
sacerdotes oficiales indiscutibles a los pertenecientes a la familia de Aarón, hermano de Moisés. Las vestiduras asignadas a Aarón son las del sumo
sacerdote1
aunque aquí no se le dé este título. La crítica racionalista ha querido presentar la institución del sumo
sacerdocio como creación posterior al destierro babilónico. Pero de hecho sabemos que durante los tiempos de Samuel y de la monarquía existía este cargo de sumo
sacerdote. Así, Helí aparece con este cargo en Silo2, como continuador de dicha institución de los tiempos del desierto3. Los sacerdotes de Nobe pertenecen a la misma familia4. La familia de Sadoq, en sustitución de la de Abiatar5, retendrá esa dignidad hasta el 164 antes de Cristo. Después del exilio, el sumo sacerdote adquirió, además, relieve político, en substitución de la monarquía extinguida, y Simón Macabeo reunió en su persona el poder político y el sacerdotal6.
En la descripción de las vestiduras sacerdotales aparecen reiteradamente las telas de lino, como era usual en Egipto en la clase sacerdotal7.
Las partes de las vestiduras sacerdotales propias del sumo sacerdote son: una túnica de color con campanillas, un
efod de tejido coloreado y un pectoral. Y las comunes a todos los sacerdotes: una túnica, un cinturón y una tiara.
El Efod (6-14).
6
El Efod le harán de oro e hilo torzal de lino, púrpura violeta, púrpura escarlata y carmesí artísticamente entretejidos 7
Tendrá dos hombreras para unirse la una con la otra banda, dos por extremo, y así se unirán. 8
El cinturón que llevará para ceñirse será del mismo tejido que él, de lino torzal, oro, púrpura y violeta, púrpura escarlata y carmesí. 9
Toma dos piedras de ónice y graba en ella los nombres de los hijos de Israel, 10
seis de ellos en una y seis en la otra, por el orden de su generación, 11
Las tallarás como se tallan las piedras preciosas, y grabarás los nombres de los hijos de Israel como se graban los sellos, y las engarzarás en oro, 12
y las pondrás en las hombreras del efod, una en cada una, para memoria de los hijos de Israel; y así llevará Aarón sus nombres sobre los hombros ante Yahvé, para memoria. 13
Harás también engarces de oro, 14
y dos cadenillas de oro puro, a modo de cordón, y las fijarás en los engarces.
La palabra
efod tiene en la Biblia diversos sentidos. De Samuel se dice que ministraba al Señor vestido de un efod de lino;8 de David, que danzaba con todas sus fuerzas delante del arca de Yahvé vestido de un efod de lino.9 Los ochenta y cinco sacerdotes que Saúl hizo matar en Nob vestían efod de lino.10 Se ve que era una pieza de distinción y de clase, la vestidura característica de todas las personas que participan activamente en las ceremonias de culto; era un paño de lino análogo al que se llevaba en Egipto; y David mismo se ciñó de él el día en que el arca fue llevada procesionalmente de la casa de Obededón a la era de Ornan, el jebuseo.11 En algunos textos se habla de un instrumento de adivinación llamado
efod12, pero no se determina su forma. En todo caso, el
efod del sumo sacerdote se diferencia mucho, por su magnificencia, de esta prenda usada por Samuel y el mismo David. La descripción que de ella da el texto no es muy clara. Parece que era una especie de chaleco a base de dos piezas que cubrían el pecho y la espalda. Estaban unidas sobre los hombros por unos cordones prendidos a unas piedras preciosas que hacían de botones, y en que iban grabados los nombres de las doce tribus de Israel. Un cinturón sujetaba al talle las dos piezas, cuya longitud no está señalada en el texto. Venía, pues, a ser como pequeña casulla o dalmática ceñida a la cintura por un cíngulo.
El Pectoral (15-30).
15
Harás un pectoral del juicio artísticamente trabajado, del mismo tejido del efod, de hilo torzal de lino, oro, púrpura violeta, púrpura escarlata y carmesí. 16
Será cuadrado y doble, de un palmo de largo y uno de ancho. 17
Lo guarnecerás de pedrería en cuatro filas. En la primera fila pondrás una sardónica, un topacio y una esmeralda; 18
en la segunda, un rubí, un zafiro y un diamante; 19
en la tercera, un ópalo, un ágata y una amatista, 20
y en la cuarta, un crisólito, un ónice y un jaspe. Todas estas piedras irán engarzadas en oro, 21
doce en número, según los nombres de los hijos de Israel. Como se graban los sellos, así se grabará en cada una el nombre de una de las doce tribus. 22
Harás para el pectoral cadenillas de oro puro retorcidas a modo de cordón, 23
y dos anillos de oro, que pondrás a dos de los extremos del pectoral; 24
pasarán los dos cordones de oro por los dos anillos fijados en los extremos del pectoral; 25
y fijarás dos extremidades de los cordones a los engarces del pectoral, y las otras dos extremidades las unirás a los engarces de la parte anterior de las dos piedras de los hombros del efod. 26
Harás otros dos anillos de oro, que pondrás a los dos extremos inferiores del pectoral, en el borde interior que se aplica al efod, 27
y dos anillos de oro, que pondrás en la parte superior de las hombreras del efod, por delante, cerca de la unión, y por encima del cinturón del efod. 28
Se unirá el pectoral por sus anillos a los anillos del efod con una cinta de jacinto, para que quede el pectoral por encima del cinturón, sin poder separarse de él. 29
Así, cuando entre Aarón en el santuario, llevará sobre su corazón los nombres de los hijos de Israel en el pectoral del juicio, en memoria perpetua ante Yahvé. 30
Pondrás también en el pectoral del juicio los urim y los tummim para que estén sobre el corazón de Aarón cuando se presente ante Yahvé, y lleve así constantemente sobre su corazón ante Yahvé el juicio de los hijos de Israel.
El
pectoral del juicio (v.18) era una especie de bolsa, de un palmo en cuadro, semejante a nuestra bolsa de los corporales. Con dos cordones de oro iba prendida a las piedras preciosas del efod y caía sobre el pecho del sumo sacerdote. En el pectoral se engastaban doce piedras preciosas, en las que iban escritos los nombres de las tribus de Israel, y dentro se guardaban dos piedras, el
urim y el
tummim (v.30), de que el sumo sacerdote se servía para consultar a Dios. Los pueblos antiguos no sabían emprender ninguna obra sin consultar antes a la divinidad. Israel vivía también dominado por este mismo prejuicio, y para evitar que incurriesen en pecados de superstición, yendo a consultar a los oráculos gentílicos, condescendió Dios con su flaqueza, y les dio este modo de consultarle por medio de las suertes13. Conforme a esto, se dice en los Proverbios: En el seno se echan las suertes, pero es Yahvé quien da la decisión. Sólo en los libros de Samuel se hace mención de este modo de consultar al Señor, que después hablará por sus profetas14. En
Deu_33:8 leemos: Da a Leví tus urim, y tus tummim al favorito. Y el Eclesiástico hace el elogio de Aarón diciendo que le vistió Yahvé con vestidos santos, tejidos en oro, púrpura y jacinto, de púrpura roja, obra primorosa; el pectoral del juicio con los urim y los
tummim, hecho de hilo de púrpura, obra plumaria de hábil artista, con piezas diversas, talladas como los sellos, engastadas en oro, obra de joyero, con la escritura para memoria, según el número de las tribus de Israel.15 La forma de consultar a Dios por este medio se halla claramente expresada en
1Sa_14:41 : Yahvé, Dios de Israel, ¿cómo es que no respondes a tu siervo? Si en mí o en Jonatán, mi hijo, está este pecado, da
urim, y si está la iniquidad en el pueblo, da
tummim. Y, habiendo señalado la suerte (
urim)
a Saúl y a su hijo, se volvió a echarla para saber cuál de los dos era el culpable: Echad ahora la suerte entre mí y Jonatán, mi hijo; y aquel a quien señalare Yahvé, morirá. Y, echada la suerte, ésta señaló a Jonatán, a quien sólo libró de la muerte el voto unánime del pueblo.
La designación de
pectoral del juicio alude a estas decisiones por suertes 16, era el instrumento para conocer los
juicios divinos respecto de los hombres. Las misteriosas palabras urim
y tummim son traducidas por los LXX äÞëùóéw y áëÞèåéá, que la Vulgata, a su vez, traslada
doctrina et veritas. La etimología de las palabras hebreas es incierta17. Tampoco está claro en el texto en qué consistían el
urim y el tummim, y así, unos comentaristas creen que se trata de dos piedras de distintos colores; otros, en cambio, creen que eran dos varitas (la
rabdomancia era uno de los instrumentos de adivinación)18
que se sacaban a cara o cruz.
La Sobretúnica (31-35).
31
La tela de la sobretúnica del efod la harás toda enteriza de jacinto. 32
Tendrá en medio una abertura para la cabeza, y esta abertura tendrá todo en torno un refuerzo, tejido como el que llevan las orlas de los vestidos para que no se rompan. 33
En la parte inferior pondrás granadas de jacinto, de púrpura y de carmesí, alternando con campanillas de oro, todo en derredor; 34
una campanilla de oro y una granada sobre la orla de la vestidura todo en torno 35
Aarón se revestirá de ella para su ministerio, para que se haga oír el sonido de las campanillas cuando entre y salga del santuario de Yahvé y no muera.
Era un vestido de una pieza sin mangas, con una abertura superior en la cabeza, y en el reborde inferior, unos adornos en forma de
granadas alternando con unas
campanillas de oro. La ornamentación con
granadas es corriente en el arte egipcio. Respecto de las
campanillas, se da la razón en el v.35: es para poner en guardia a los hebreos, pues cuando suenen las campanillas del vestido del sumo sacerdote, deben abstenerse de acercarse a él, pues hay peligro de muerte, ya que
el sumo sacerdote está como santificado por haber estado en contacto más íntimo con Dios, que, a su vez, está rodeado de una atmósfera aislante de santidad, a la que los humanos no pueden acercarse sin estar ritual y moralmente purificados. El Eclesiástico dice que el ruido de las campanillas que hacía el sumo sacerdote a cada paso era un
memorial para los hijos de Israel, es decir, debía recordarles la grandeza del acto cultual, que se cumplía en su nombre y al que habían de unirse.19 Algunos orientalistas han querido ver en estas
campanillas de los vestidos del sumo sacerdote un eco de la opinión popular sobre la existencia de genios maléficos a las puertas de los templos y palacios, que debían ser ahuyentados con ruidos20.
La Diadema (36-38).
36
Harás una lámina de oro puro y grabarás en ella como se graban los sellos: Santidad de Yahvé. 37
La sujetarás con una cinta de jacinto a la tiara por delante. 38
Estará sobre la frente de Aarón, y Aarón llevará las faltas cometidas en todo lo santo que consagren los hijos de Israel en toda suerte de santas ofrendas; estará constantemente sobre la frente de Aarón ante Yahvé para que hallen gracia ante él.
La diadema era una cinta con que los reyes se ceñían las sienes. Aquí se trata de una lámina de oro en que iba escrito:
Santidad de Yahvé. Se ceñía sobre la tiara cuando el pontífice entraba al Señor para hallar gracia de todas las faltas que el pueblo cometía en el servicio divino. El Eclesiástico dice de ella: Le puso (Dios) una corona de oro sobre la tiara y una diadema con esta inscripción grabada:
Santidad; insignia de honor, obra magnífica, placer de los ojos, obra de acabada belleza.21
Vestiduras de los Sacerdotes (39-43).
39
La túnica la harás de lino, y una tiara también de lino, y un cinturón de varios colores. 40
Para los hijos de Aarón harás túnicas, cinturones y tiaras para gloria y ornamento. 41
De estas vestiduras revestirás a Aarón, tu hermano, y a sus hijos. Los ungirás, les llenarás las manos y los santificarás para que me sirvan de sacerdotes. 42
Hazles calzones de lino para cubrir su desnudez, que lleguen desde la cintura hasta los muslos. 43
Los llevarán Aarón y sus hijos cuando entren en el tabernáculo de la reunión y cuando se acerquen al altar para servir en el santuario; así no incurrirán en falta y no morirán. Es ley perpetua ésta para Aarón y para sus descendientes después de él.
Es seguro que no corresponde al orden primitivo la agrupación de estas tres cosas: la tiara, la túnica talar de lino con el cinturón y, debajo, los calzones de la misma materia. La tiara debía de tener la forma cónica, como la que llevaban los reyes asirios, o quizá la forma del turbante actual de los orientales.
El hagiógrafo resalta en estas descripciones la suntuosidad de los ornamentos sagrados, como correspondía al santuario de Dios. El Eclesiástico en su elogio de Aarón pondera la riqueza de sus ornamentos: Le honró con ricos ornamentos, y le ciñó una espléndida túnica, le vistió con suntuosa magnificencia, y le destinó vestidos honrosos: los calzones, la túnica y el efod. Antes de Aarón nadie se vistió jamás, ni se vestirá como él. Ningún extraño le vestirá, sino sólo sus hijos y los que descienden de ellos por siempre.22
El éxodo y el Eclesiástico hablan con frecuencia de la alianza divina con Aarón. En virtud de esta alianza quedaba el sacerdocio vinculado para siempre a la familia de Aarón y excluidas del servicio del santuario las demás familias de Israel23. En
1Re_12:31, el texto echa en cara a Jeroboán el haber edificado lugares excelsos y admitido en el sacerdocio a gentes del pueblo que no eran de los hijos de Levi. Más detalladamente habla el autor de los Parali-pómenos, acusando a los israelitas que han hecho sacerdotes a la manera de las gentes de la tierra, para que cualquiera pudiera consagrarse sacerdote con un becerro y siete carneros, mientras que en Judá ejercen el sacerdocio los hijos de Aarón, y ellos son los que queman el incienso cada día, ponen los panes sobre la mesa limpia y preparan el candelero de oro con sus lámparas cada tarde24. Con esto se imprimía en el ánimo del pueblo
una idea más honda de la santidad del ministerio sacerdotal, y, por tanto, de la santidad del santuario y de Dios. El v.41 parece desplazado, y tiene visos de ser un retoque redaccional posterior. Interrumpe la descripción de las vestiduras sacerdotales, y extraña, porque habla de la
unción de Aarón y de sus hijos, cuando en 29:5 se habla sólo de la unción de Aarón25. Así, parece reflejar una costumbre de ungir a los sacerdotes ordinarios, en contra de la otra primitiva de ungir sólo al sumo sacerdote26.
1 Cf.
Lev_21:10; Núrn 35:25; 28. 2
1Sa_1:2-3. 3
1Sa_2:27-36. 4
1Sa_14:3;
1Sa_22:1. 5
1Re_2:26-27. 6
1Ma_14:46-47. 7 Herodoto, II 81. 8
1Sa_2:18. 9
2Sa_6:14. 10
1Sa_22:18. 11 A. G. Barrois,
Manual d'archéologie biblique I p.185-186. 12 Jue 8:27; 17:5; 18:143. 13
1Sa_14:403;
1Sa_30:8;
2Sa_2:1. 14 2 Re 1:1s. 15
Eco_45:128. 16
La palabra heb.
josen, que traducimos por pectoral, y la Vg., siguiendo a los LXX (ëüãéïí), por rationale, es de sentido incierto. Entre los egipcios se usaban pectorales con joyería; cf. A. Barrois, o.c., p.186. Algunos relacionan el
josen hebreo con el
hasana árabe: ser bello, elegante. Símaco traduce en
Lev_8:8 por óï÷åúïí(***), receptáculo, y entonces el significado estaría en relación con la finalidad de guardar el
urim y
el tummim. 17 Según Dhorme, el
urim podría relacionarse con el asirio
ure, de la misma raíz que
urtu (precepto, ley). Así, Nebo, dios de los oráculos y de la escritura, es llamado señor de los
ure. Tummim habría que relacionarla con íamu (pronunciar una conjuración, una fórmula mágica). Cf. P. Dhorme,
Les livres de Samuel p.124. Otros relacionan urim con la raíz
rr (maldecir), y
tummim con la raíz tmm (ser inocente). 18 Cf.
Eze_21:26;
1Sa_14:373;
1Sa_30:73. 19
Eco_45:10-11 (heb. 9). 20 Cf. P. Heinisch, o.c., p.217; 11,
Die Trauergebrauche bei den hraeliten (1931) p.95s. 21
Eco_45:14. 22
Eco_45:8-16. 23 Jer 33:145. 24
2Cr_13:9-11. 25 Cf. Levc.8. 26
Cf. Clamer, o.c., p.240.