“
Levantó los ojos y vio que había tres individuos parados a su vera. Inmediatamente acudió desde la puerta de la tienda a recibirlos, se postró en tierra ”
18:2 No se trata de una «adoración», de un acto de culto, sino de una mera muestra de homenaje. Abrahán no reconoce al principio en los visitantes más que a huéspedes humanos y les ofrece una magnífica hospitalidad. Su carácter divino sólo se manifestará paulatinamente, Gén_18:2, Gén_18:9, Gén_18:13-14.