“
Miré: había allí una figura con aspecto de hombre. Desde lo que parecían ser sus caderas para abajo era de fuego, y desde sus caderas para arriba era resplandeciente, semejante al destello del relámpago. ”
8:2 (b) Es el mismo Yahvé, como en Eze_1:26-28, quien se aparece al profeta. En Eze_8:4 no se trata más que de la «gloria de Yahvé», ver también Eze_1:28.