I Corintios 1,9

Pues fiel es Dios, por quien habéis sido llamados a la comunión con su hijo Jesucristo, Señor nuestro.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Jn_1:3; Flp_3:10 s

NOTAS

1:9 (a) Ver 1Co_10:13; 2Co_1:18; 1Ts_5:24; 2Ts_3:3; 2Ti_2:13; Heb_10:23; Heb_11:11.

1:9 (b) La palabra comunión (koinônía) conserva en sus variados usos una acepción fundamental. La comunión brota de las realidades poseídas en común por varias personas, sean espirituales o materiales esas realidades compartidas. De hecho, los bienes materiales nunca se encuentran entre cristianos sin los bienes espirituales, Rom_15:26-27; 2Co_8:4; 2Co_9:13; Gál_6:6; Flp_4:15-17. A veces se participa de las acciones o de los sentimientos, 2Co_1:7; 2Co_6:14; 1Ti_5:22; 2Jn_1:11; Apo_1:9. La comunión, de la que proceden todos los demás bienes, otorga una participación en los bienes propiamente divinos, 1Co_9:23; Flp_1:5; Flm_1:6; nos une al Padre y a su Hijo Jesucristo, 1Co_1:9; 1Jn_1:3+, 1Jn_1:7+, a Cristo mismo, 1Co_10:16; Flp_3:10; 1Pe_4:13, al Espíritu, 2Co_13:13+ [2Co_13:14]; Flp_2:1. Nos confiere una participación de la gloria futura, 1Pe_5:1. La palabra alude a una característica de la comunidad cristiana, Hch_2:42+.
I Corintios 1, 9

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