Sabidurí . a 14,6
“
Ya en los comienzos, cuando los soberbios gigantes perecían,
la esperanza del mundo se refugió en una balsa
que, pilotada por tu mano, legó al mundo una semilla de vida.
”
la esperanza del mundo se refugió en una balsa
que, pilotada por tu mano, legó al mundo una semilla de vida.
”