Eclesiástico 31 La Biblia de Nuestro Pueblo (2006) | 22 versitos |
1

Riqueza y honradez
13,15-24

Los desvelos del rico acaban con su salud,
la preocupación por las riquezas aleja el sueño.
2 Las preocupaciones no lo dejan dormir
lo perturban más que grave enfermedad.
3 El rico trabaja por amontonar una fortuna,
y si descansa es para entregarse a los lujos
4 el pobre trabaja, y le faltan las fuerzas,
y si descansa, pasa necesidad.
5 El que codicia el oro no quedará sin castigo,
el que ama el dinero se extraviará por él.
6 Muchos quedaron aprisionados por el oro
y se entramparon por las perlas,
pero no les sirvieron para librarlos de la desgracia
ni para salvación el día de la cólera.
7 Son una trampa para el necio,
el inexperto se enreda en ella.
8 Dichoso el hombre que se conserva íntegro
y no se pervierte por la riqueza.
9 ¿Quién es? Vamos a felicitarlo,
porque ha hecho algo admirable en su pueblo.
10 ¿Quién en la prueba demostró ser perfecto?
Ése tendrá paz y tendrá honor.
¿Quién pudiendo desviarse no se desvió,
pudiendo hacer el mal no lo hizo?
11 Su bondad está confirmada,
y la asamblea pronunciará su elogio.
12

Invitado
Prov 23,1-8

Hijo mío, invitado a la mesa de un rico,
no seas glotón ni comentes: Cuántas cosas.
13 Piensa que el ojo envidioso es malo y que Dios lo aborrece;
nada se ha creado más triste que el ojo: por lo que sea, a él le toca llorar.
14 Trata a tu vecino con delicadeza, como a ti mismo,
pensando en lo que a ti te desagrada;
15 donde él mira no pongas tú la mano,
así no tropezarás con él en la fuente.
16 Sírvete lo que te pongan delante, no seas glotón, y no quedarás mal;
piensa que tu vecino es como tú y come lo que te pongan.
17 Termina el primero, como pide la educación,
y no seas insaciable, para que no te desprecien.
18 Si estás entre muchos invitados,
no te sirvas antes que el vecino.
19 Al hombre educado le basta poco,
y en la cama no se siente mal;
mientras que el insaciable sufre dolores,
insomnio, torturas, ahogo, diarreas;
20 estómago que ha digerido tendrá sueño saludable,
por la mañana se levantará bien despierto.
21 Si lo tienes cargado de comida,
levántate, vomita y sentirás alivio.
22 Escucha, hijo mío, no me desprecies, y al final me darás la razón:
procede en todo con moderación, y no sufrirás desgracias.

23 Al huésped generoso lo bendicen los labios,
y su buena fama es duradera;

24 del huésped tacaño se murmura en la plaza,
y la fama de su mezquindad es duradera.


Vino
Prov 23,29-35

No te hagas el valiente con el vino,
que a muchos ha tumbado el alcohol.

26 El horno pone a prueba la obra del herrero,
el vino a los prepotentes cuando pelean.

27 El vino es vida para el hombre
si lo bebe con moderación.
¿Qué vida es ésa cuando falta el vino,
que fue creado desde el principio para alegrar?

28 Alegría, gozo y euforia es el vino
bebido a su tiempo y con moderación;

29 dolor de cabeza, tartamudez, deshonra
es el vino bebido con pasión e irritación.

30 Mucho licor enreda al necio:
lo deja sin fuerzas y lleno de heridas.

31 Mientras se bebe vino no reprendas al vecino,
ni te burles de él cuando está alegre;
no lo ofendas con tus palabras
ni lo humilles delante de los demás.

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Introducción a Eclesiástico

ECLESIÁSTICO

El libro, su autor y fecha de composición. El título del libro y la firma del autor se encuentran en la parte final de la obra (57,27-29), como en el Eclesiastés. Bajo el título encontramos reunidos varios términos sapienciales: enseñanza, consejo, prudencia, sabiduría. El autor es «Simón, hijo de Jesús, hijo de Eleazar, hijo de Sirá» (50,27), hombre culto y experimentado, conocedor, por sus viajes, de diversos pueblos y culturas.
El libro fue compuesto en hebreo hacia el año 197 a.C. para reafirmar a los judíos de la Diáspora en la fidelidad a la ley y a la tradición de sus mayores, frente a la influencia generalizada de la cultura helenista. El texto hebreo desapareció pronto, quizás por no ser considerado como canónico por una parte de la tradición judía. Desde finales del s. XIX hasta la fecha, sin embargo, han ido apareciendo en diversos lugares fragmentos sueltos del original hebreo que equivalen a dos tercios de la obra completa.
La traducción griega, hacia el año 132 a.C., se debió al nieto de Ben Sirá. El abuelo había escrito en una lengua hebrea más bien académica, según los módulos formales hebreos. El nieto traduce al griego, lengua culta de estructura y estilo bien diversos. Cuenta con el antecedente de otros libros traducidos al griego. Su aclaración parece tener un tono apologético frente a los clásicos de la literatura griega: quiere salvar el prestigio del abuelo y de la literatura de su pueblo.
La «Sabiduría de Ben Sirá», uno de los libros más extensos del Antiguo Testamento, fue aceptado como canónico por la tradición cristiana, y llegó a ser tan leído en la Iglesia antigua que recibió el título de «Eclesiástico».

Contenido del Eclesiástico. Con Jesús Ben Sirá llegamos a un ejercicio profesional del saber, practicado en una escuela. Según sus confesiones en el libro, el autor se ha dedicado al estudio, enseñanza y exposición de lo que era tradicionalmente la sabiduría, sensatez o prudencia. Mantiene como fuentes del saber la experiencia, la observación y la reflexión; al mismo tiempo subraya el valor de la tradición (30,25; 36,16) y la necesidad de la oración (39,5-8).
En su tiempo la sabiduría consistía en buena parte en el estudio y comentario de textos bíblicos, narrativos y legales. De ordinario no cita explícitamente el pasaje comentado, se contenta con aludirlo; supone, quizás, que sus discípulos lo conocen. Al final del libro ofrece un brevísimo resumen de historia, en forma de tratado de vidas ilustres.
El principio de su doctrina consiste en una correlación: lo supremo de la sabiduría es el respeto o reverencia de Dios, y esto se traduce en el cumplimiento de la ley, sobre todo en lo que respecta a la justicia y misericordia para con los débiles y necesitados. Es en Israel donde esta sabiduría se ha hecho presente y operante.
Hombre tradicionalmente piadoso y humano, Ben Sirá, sabe inspirar la piedad y la confianza en Dios a sus oyentes. De todas formas, el horizonte en que se mueve su enseñanza no va más allá de la vida presente donde, según la doctrina tradicional de la retribución, Dios recompensará al que le permanece fiel y castigará a los descarriados.



PRÓLOGO

Muy pocos libros del Antiguo Testamento cuentan con una información tan explícita de la totalidad de la obra, tal como lo encontramos aquí. Estas líneas escritas por el traductor del libro del hebreo al griego, nos informa varias cosas importantes: 1. Los motivos que tuvo para escribirlo: para que los lectores aprendan y puedan ayudar a los de fuera. 2. El autor: mi abuelo Jesús. Este Jesús, según 50,27 es hijo de un tal Eleazar, hijo de Sirá, de Jerusalén. 3. Las fuentes que inspiraron al autor: La Ley, los Profetas y los restantes libros paternos. 4. Motivos y destinatarios de la traducción al griego: ofrecer a los judíos de la dispersión la oportunidad de instruirse en las tradiciones de su pueblo, en una lengua que dominaban más que la de sus ancestros. 5. Contexto del traductor y de la traducción: Egipto, año 132; finalización del trabajo de traducción, año 117 a.C.

Fuente: La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

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Notas

Eclesiástico 31,1-11Riqueza y honradez. Según esta unidad, hay algo que une al rico y al pobre: la ausencia del sueño; en el rico por aumentar su riqueza y en el pobre por la preocupación sobre su subsistencia. La pregunta es, ¿es esto humano? ¿Quiere Dios esto para el hombre? Es claro que no. Tan deshumanizante es la riqueza que atrapa al hombre y lo reduce a un sediento del tener, como deshumanizante es la pobreza que reduce al hombre a un ser preocupado sólo por sobrevivir. Ninguno de estos extremos son queridos por Dios ni forman parte de su proyecto con el hombre. Ya es cuestión de la codicia humana que ha subvertido el plan armónico y de justicia querido por Dios, y ha traído como efecto estos dos extremos que podemos palpar en nuestra realidad actual. ¿De dónde podrá venir la solución? Sólo de nosotros mismos, de nadie más.


Eclesiástico 31,1-31Invitado - Vino - Banquetes. Otra de las formas de demostrar la calidad de una persona es manteniendo una actitud y un comportamiento digno y civilizado en la mesa. 31,12-24 hace referencia a lo que tiene que ver con el comportamiento o los modales respecto a la comida; la regla o el criterio de comportamiento es pensar siempre en lo que puede desagradar al vecino. Los versículos 25-31 se refieren a la necesaria moderación en la bebida; ésta puede tener efectos muy benéficos y saludables, pero abusando de ella se puede caer en extremos por los cuales nos pueden rechazar. Finalmente 32,1-13 presenta una instrucción para quien preside un banquete (32,1-2) o para quien dentro de él es llamado a intervenir, ya sea un anciano (3-6) o un joven (7-10), ambos deben tener talento y prudencia en sus intervenciones. Cierra esta sección la instrucción sobre cómo salir del banquete y la acción de gracias que hay que dar siempre al Creador (11-13).