Zacarías 5 La Biblia de Nuestro Pueblo (2006) | 11 versitos |
1

Sexta:
El libro volando

Levanté de nuevo la vista y vi un libro que volaba.
2 El ángel me preguntó: –¿Qué ves?
Contesté: – Veo un libro que vuela, de diez metros por cinco.
3 Me explicó: – Es la maldición que se dirige a la superficie de todo el país. Por un lado del libro está escrito: Los ladrones quedan sin castigo, por el otro: Los que juran en falso quedan sin castigo.
4 Yo la haré venir
– oráculo del Señor Todopoderoso–
para que entre en casa del ladrón
y en casa del que jura falsamente
por mi Nombre;
se instalará en la casa
hasta consumir
maderas y piedras.
5

Séptima:
El recipiente y la mujer

El ángel que hablaba conmigo se adelantó y me dijo:
– Levanta la vista y mira lo que aparece.
6 Pregunté: –¿Qué?
Me contestó: – Un recipiente de una medida de harina: así de grande es la culpa en todo el país.
7 Entonces se levantó la tapa de plomo y apareció una mujer sentada dentro del recipiente.
8 Me explicó: – Es la maldad.
La empujó dentro del recipiente y puso la tapa de plomo.
9 Levanté la vista y vi dos mujeres, con alas de cigüeña aleteando en el viento, que transportaban el recipiente entre cielo y tierra.
10 Pregunté al ángel que hablaba conmigo:
–¿Adónde se llevan el recipiente?
11 Me contestó:
– A construirle un santuario en territorio de Senaar, y cuando esté terminado, la pondrán sobre un pedestal.

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Introducción a Zacarías

ZACARÍAS

Uno o dos Zacarías. La mayoría de los comentaristas modernos distinguen dos partes en el libro (1-8 y 9-14), diversas por el contenido, estilo e intención. La primera se ocupa del templo, la segunda prescinde de él; la primera da mucha importancia a la actividad humana, la segunda sólo se fija en la acción de Dios; la primera estima mucho la profecía, la segunda asiste a su desaparición; la primera es libro de visiones, la segunda de oráculos; en la primera abundan los datos biográficos, en la segunda son escasos; en la primera abundan las fórmulas proféticas, en la segunda las apocalípticas. La primera parte recogería la predicación de Zacarías, contemporáneo de Ageo; la segunda sería obra de otro autor de época posterior.

Zacarías y su época.
Aparece citado, junto con Ageo, en Esd_5:1 y 6,14, como inspirador de la reconstrucción del templo. Probablemente perteneció a una familia sacerdotal y, como tal, fue llamado desde muy joven al servicio del templo. Su actividad se extiende hasta diciembre del 518 a.C. Coincidió por poco tiempo con Ageo, con quien compartió los dos grandes temas de predicación, reconstrucción del templo y la restauración escatológica.
Sobre la época véase la introducción a Ageo. En cuanto al contexto histórico de la segunda parte del libro: Zacarías II (9-14), es muy difícil de precisar. Los nombres mencionados, tales como Asiria, Egipto, etc., más que referirse a una situación presente, evocan el pasado para resaltar que lo que Dios hizo con esos pueblos lo sigue y seguirá haciendo, como Señor de la historia, con otros pueblos.

Mensaje religioso. Zacarías se inserta conscientemente en la línea de los antiguos profetas (1,4), predica la conversión, inculca exigencias éticas, critica el culto sin justicia. Depende de Isaías II (2,10-17) y más de Ezequiel en procedimientos literarios.
Como para Ageo, también para Zacarías la reconstrucción del templo es garantía de la restauración de la era mesiánica. Este futuro mesiánico es descrito en la segunda parte del libro en un estilo visionario que está anticipando ya la literatura apocalíptica. Aunque difícil de entender para nosotros, este Zacarías II es el más citado en el Nuevo Testamento, cuyos autores vieron realizados en la pasión de Jesucristo el simbólico mensaje del profeta.

Fuente: La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

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Notas

Zacarías 5,1-4Sexta: El libro volando. Esto manifiesta los escrúpulos concernientes a la pureza, necesaria en la reconstrucción de la ciudad y en el nuevo templo. Dos tipos de pecados sintetizan a todos los demás: el robo, que podríamos entender como pecado de índole ético-social, y el perjurio como atentado contra las sanas relaciones con Dios o pecado ético-religioso. Ambos pecados deben desaparecer completamente para poder adelantar las tareas de la reconstrucción.


Zacarías 5,5-11Séptima: El recipiente y la mujer. La preocupación del profeta por una completa purificación es ilustrada con esta visión: la maldad completa del país es introducida en una gran olla y llevada por los aires por dos mujeres con alas de cigüeña. La mentalidad de la época hacía de Babilonia origen de todas las maldades, allá debía ser recluida la maldad existente en la tierra santa, allá en su propio lugar será venerada como una divinidad más.