I Macabeos 12,34

porque se había enterado de que querían entregar la plaza fuerte a los de Demetrio. Dejó allí una guarnición de defensa.

35 A su vuelta, Jonatán convocó a la asamblea de los ancianos y decidió con ellos construir plazas fuertes en Judá,

36 dar más altura a las murallas de Jerusalén, construir una gran barrera de separación entre la fortaleza y la ciudad para aislar la fortaleza a fin de que sus habitantes no pudieran comprar ni vender.

37 Se reunieron para reconstruir la ciudad, porque estaba caída una parte de la muralla oriental, sobre el torrente del este. Jonatán restauró la muralla de Capenat.

38 Simón, por su parte, reconstruyó Adida en la Sefela, la fortificó y le puso puertas con cerrojos.


Secuestro de Jonatán

Trifón había intentado ocupar el trono de Asia, ceñirse la corona y eliminar al rey Antíoco.

40 Pero temiendo que Jonatán no le iba a dejar, o que a lo mejor lo atacaba, andaba buscando la manera de prenderlo y deshacerse de él; así, se marchó hasta Beisán.

41 Jonatán salió a hacerle frente con cuarenta mil soldados escogidos, y llegó a Beisán.

42 Al ver Trifón que Jonatán había venido con aquel ejército, temió echarle mano;

43 es más, lo recibió con todos los honores, lo recomendó a todos sus generales, le hizo regalos y ordenó a sus generales y soldados que le obedeciesen como a él mismo.

44 Y dijo a Jonatán:
–¿Para qué has cansado a toda esta gente, cuando no hay guerra entre nosotros?

45 Mándalos ahora mismo a sus casas, quédate con una pequeña escolta y ven conmigo a Tolemaida; te la entregaré con las demás plazas fuertes, el resto del ejército y todos los funcionarios; después emprenderé el regreso; para esto he venido.

46 Jonatán se fió de él e hizo lo que le dijo: licenció a los soldados, que se fueron a Judá;

47 se quedó con unos tres mil hombres: dejó dos mil en Galilea, los otros mil lo acompañaron.

48 Y cuando entró en Tolemaida, los habitantes de la villa cerraron las puertas, lo apresaron y acuchillaron a todos los que habían entrado con él.

49 Trifón envió tropas de infantería y caballería a Galilea y a la gran llanura de Esdrelón para eliminar a todos los de Jonatán.

50 Pero éstos, que ya sabían que Jonatán había caído preso y muerto con los de su escolta, se animaron mutuamente, y avanzaron en escuadrón cerrado, dispuestos a la lucha.

51 Sus perseguidores los vieron dispuestos a jugarse la vida y se volvieron.

52 Así, los de Jonatán pudieron llegar sanos y salvos a Judá. Lloraron a Jonatán y a los de su escolta, muy alarmados. Todo Israel hizo gran duelo.

53 Todos los países vecinos intentaron entonces exterminarlos, y decían:
– No tienen jefe ni defensor. ¡Vamos a atacarlos y borrar su recuerdo de entre los hombres!

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